1) Los subpersonajes de nuestra mente tienen cada cual su intención, su objetivo. Estos objetivos o intenciones son no solo diferentes entre si sino a veces opuestos.
2) En la mente de cada persona existen subpersonajes conscientes y subpersonajes inconscientes, o sea que están fuera de la conciencia, sea porque nunca todavía han llegado a la conciencia o porque a propósito lo hemos reprimido de la conciencia porque nos asusta tomar nota de su existencia,
3) Los subpersonajes inconscientes no es que no existan, existen y la única diferencia con los subpersonajes conscientes es que no sabemos que están ahí, operando en nuestra mente tras bambalinas.
Por lo tanto te puedes dar cuenta de cuales eran las intenciones de una persona solo observando LO QUE HIZO en su vida.
Todo lo que hizo obedeció a la INTENCIÓN que tenia alguno de sus subpersonajes, sea una intención consciente o una intención inconsciente.
Y somos POR IGUAL RESPONSABLES de lo que hacemos conscientemente o inconscientemente
De lo contrario estaríamos premiando a la gente por que sea lo mas inconsciente posible porque si hace cosas mal inconscientemente tendría como excusa “ay pero no lo tenia en conciencia”.
El objetivo de una terapia es pasar los personajes inconscientes a la conciencia porque asi dejan de operar con impunidad generando lo que luego llamamos “problemas” o “mala suerte” o “casualidad” y que en realidad es el resultado de las acciones que hemos hecho (o dejado de hacer cuando debíamos haberlo hecho) cosas que traen consecuencias que traen consecuencias que terminan en la situacion presente.
El Chavo del Ocho tenía claro este concepto y lo inmortalizó en su frase muchas veces repetida “lo hice sin querer queriendo”