¿Se puede o debe renegociar lo acordado como reglas de juego aceptadas por ambos al iniciar la pareja?
¿Cuales son los pros y los contras de estar renegociando el “contrato de pareja”?
De eso trata este posteo.
A favor de la renegociacion está lo obvio que la vida es dinámica y genera cambios. Y el “contrato” o “reglas de juego” en los que se quedó en determinado momento puede no ser lo ideal para ambos en otro momento de la vida en común. La palabra clave de la frase anterior es “ambos”. Toda renegociación debe ser siempre de genuino acuerdo entre las partes, sin presiones ni chantajes encubiertos, ni grandes ni pequeños.
En caso contrario se inicia el descenso hacia la destrucción de esa pareja, es solo cuestión de tiempo.
Porque el que aceptó el cambio sintiéndose presionado por el otro/a para aceptar el cambio, va a generar su reacción (consciente o no) y luego viene la reacción a la reacción y luego la reacción a la reacción de la reacción.
Y ahí viene el problema: eso de “genuino y total acuerdo de ambas partes sin que nadie se haya sentido presionado a renegociar” es una quimera, asi, como suena, en la mayoría de las renegociaciones, porque en la realidad muchas veces una parte cede, aunque no quiera renegociar, para evitar problemas mayores, porque no se siente con el poder suficiente para decir “no” y no sufrir las consecuencias.
En una pareja donde cada cual piensa que el otro en cualquier momento va a venir con pedidos de renegociación, ambos tratan de mantener posiciones de “poder negociador” en la pareja utilizando cada cual sus “armas de negociación” para que las futuras renegociaciones tengan un resultado favorable a los propios intereses.
Y el tratar de ser uno/a el que tenga cuanto más poder posible es la tumba del amor.
El amor es la entrega de si, la vulnerabilidad, lo opuesto a la lucha por posiciones de poder para evitar renegociaciones desfavorables para uno.
El vinculo amoroso genuino, que requiere entrega mutua, requiere la confianza mutua en que lo que se aceptó antes de dar el “si, quiero” se va a cumplir, o sea que salvo que los cambios sean para mutuo beneficio, los pactos y contratos están para ser cumplidos, no renegociados.