Imaginate que estas en pareja conmigo y descubris que te fui infiel y cuando me confrontas te “explico” que “vos me dañaste mucho a mi, y por eso me senti con el derecho de serte infiel, acepto que la infidelidad es un daño que te hice grado 95 del 1 al 100, pero vos a mi antes me dañaste 130 en una escala del 1 al 100″.
Yo? me preguntarías, suponete ahi.
¿Que te hice?
“Me serviste la comida fría un día”, te contestaría, “y eso resuena con heridas de mi niñez por lo cual a mi me duele eso 130″
¿Que dirías vos ahi?
Dejame adivinar.
Dirias algo así como “estas loco”, “anda a hacerte ver” o cosas asi, y muy seguramente te separarías porque mas allá de la infidelidad, entenderías que yo me doy patente de corso para valorar un daño que me haces con el puntaje que se me de la gana.
Puse un caso extremo, indiscutible, para ejemplificar otros casos reales que son conceptualmente igual de errados en cuanto a valorar excesivamente un daño recibido del otro.
¿Entonces?
¿Como hacemos para que sea justo el tema de valorar los daños que inevitablemente, nos hacemos todos a todos, de modo que si vos me dañas 15, vamos a poner un ejemplo, en una escala del 1 al 100, ahí lo maaaaaaximo que yo pueda hacer, si soy vengativo o me enojo mucho la situación, es un 15, porque todo encima de eso seria una agresión gratuita de mi parte hacia vos?
La respuesta es “sentido común”.
El menos común de los sentidos me podrás contestar vos, pero yo te retrucaría ahí que sin sentido común no solo no podes entrar en una relación afectiva sino que no podes hacer nada bien en la vida.
Y en este caso, el sentido común significa que en ESA época en ESE lugar del planeta en ESE grupo social al que pertenecen ambos, hay determinados “valores comunes” (que cambian con la época y el lugar, por eso la especificación que hice recién) donde si tomamos cien personas al azar, dentro de ese grupo “representativo” de la época y el lugar, habría un consenso quizás no al detalle mas fino, pero se sabria que un grito vale muuuuuuuuucho menos que una infidelidad, y que una comida fria vale muuuuuuuuuuucho menos que un golpe , por lo cual JAMAS DE LOS JAMASES alguien podría sentirse con derecho a ser infiel porque le gritaron o a golpear porque le sirvieron la comida fría.
Si un grito o la comida fría te hieren tanto, lo que necesitas es terapia, o un divorcio, o las dos cosas, jamas “represalias grado 95 por una agresión grado 15 que vos, en tu desequilibrio, se te ocurrió experimentar como grado 130″
Ni que hablar que en una relación basada en el amor, las agresiones 15 se contestan con cariño y comprensión de las limitaciones del otro, porque nadie es perfecto, en lugar de con una gran agresión.
¿Como calibrar los daños?
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