La relación entre el abuso sexual en la niñez, la amnesia emocional y el vivir para el hoy

Las mujeres que sufrieron abuso sexual y reprimen ese recuerdo tienden a vivir excesivamente para el hoy, mas que el promedio de la población. Y a sufrir una especie de amnesia emocional en sus relaciones (de pareja o de amistad).
La explicación es la siguiente:
Las personas que sufrieron fuerte abuso en su niñez (sexual y/o emocional) desarrollaron para sobrevivir psiquicamente en su niñez, la habilidad de NO acordarse de los abusos sexuales pasados, de ayer o de hace dos meses, lo que incluye la habilidad de hacer desaparecer el pasado emocional vivido en el transcurso de esos abusos.
Por otra parte estas personas viven de forma que el mañana no suele ser considerado suficientemente en sus decisiones.
Porque justamente desarrollaron la habilidad de no pensar en el mañana para poder sobrevivir en su niñez, para NO estar psicotizados esperando el abuso sexual del futuro.
El problema es que las habilidades que desarrollamos de niños para sobrevivir mejor nuestra niñez son muchas veces un impedimento para la vida constructiva de adulto.
Por ejemplo, lo visto recién sobre la habilidad desarrollada para a) hacer desaparecer el ayer y b) no pensar en el mañana, tiene efectos perjudiciales en la vida del adulto.
Primero porque estas personas con esta amnesia emocional son inhábiles para llevar adelante sus relaciones de pareja, por la razón de que sus estados emocionales para con su pareja dependen demasiado de lo que pasó en las ultimas 24 horas en lugar de hacer como la gente normal, que “promedia” eso que pasó en las ultimas 24 horas con toooodo lo vivido con esa pareja.
Por lo tanto la gente normal tiende a alejarse, mas tarde o mas temprano, de la gente cuya actitud está basada en los sentimientos de las ultimas 24 horas, porque los terminan tomando como “desequilibrados emocionalmente” y como “desagradecidos” dado que al olvidar el pasado también olvidan todo lo recibido por su pareja.
Segundo que el no pensar en el mañana, los lleva a encontrarse en situaciones desagradables, porque actuar por impulsos sin pensar en las consecuencias futuras de los actos no implica que el mañana no llega. Siempre llega. Y podemos elegir no pensar en las consecuencias de nuestras acciones pero no podemos elegir no sufrir las consecuencias de nuestras acciones.

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