La mente tiene como una perilla (imaginatela así) con dos posiciones: emitir ideas o recibir ideas. Cuando la mente funciona en una modalidad NO puede funcionar en la otra y viceversa.
El arte de conversar es el arte de poner la perilla de la propia mente en una posición y luego en otra y luego en la primera y luego en la otra etc etc.
Cuando uno NO tiene ganas de escuchar algo automáticamente le viene ganas de interrumpir al otro y empezar a hablar (o escribir).
Es la forma segura de cortar la válvula de admisión y cerrarse a lo que estaba intentando entrar a nuestro cerebro que no nos gusta. En general eso pasa cuando la idea que estamos escuchando o leyendo va en contra de nuestras creencias anteriores y a nadie le gusta el trabajo de revisar su mapa de creencias, para empezar porque da miedo, dado que si una sola cosa de las que creíamos ciertas resulta no serlo, ¿cuantas mas cosas que creemos pueden ser falsas o equivocadas?