Pocas fuerzas son mas poderosas que esta.
Si a un niño en la escuela otro se le acerca y le dice cosas muy feas sobre su padre o su madre, es probable que se agarren a las piñas, AUN SI lo que el otro niño dijo fue verdad. A los niños no les gusta nada, es mas, no soportan, que se hable mal de sus padres AUN SI lo que se dice es verdad.
El niño que fuimos sigue viviendo dentro de cada uno de nosotros y en algunas personas ese niño, si fue muy herido en su niñez, tiene tanta fuerza que toma la personalidad y la conducta.
Y por mas que no venga otro a hablar mal del padre o madre de uno, el niño que vive en nosotros sabe la verdad, aunque no la quiera reconocer y por lo tanto necesita MANIOBRAS para tratar de JUSTIFICAR eso mal que hicieron nuestros padres.
Y una de ellas es o hacer uno mismo eso que hicieron mal nuestros padres (“no es que ellos hayan sido malos o poco capaces, es que todos somos asi”) o reclutar como pareja, o como amigo o como jefe a alguien que haga eso mal que nuestros padres hicieron (“no es que ellos hayan sido malos o poco capaces, es que todos son asi”)
Si estas haciendo lo mismo que hicieron mal tus padres o estas reclutando personas que hagan lo mismo que hicieron mal tus padres, estás generando mucha infelicidad en tu vida, al santo botón, porque ES posible ser feliz y huérfano pero NO ES posible ser feliz tratando de justificar a padres disfuncionales.
No es que sea fácil dejar de justificar a los padres, o de tratar de entenderles la cabeza, o de tratar de cambiar el final de la pelicula, todas maniobras que requieren repetir la historia original.
Es de lo más difícil el dejar de hacer eso.
Pero es el paso imprescindible si queres no solo “saber” de crecimiento personal sino “incorporarlo” en tu propia vida.