Si tu madre te generó una herida emocional durante tu niñez o adolescencia, con algo que hizo o que dejó de hacer cuando debiera haberlo hecho, y sos hijo varón de esa mujer, y jamas tu madre se hizo cargo de lo que te hizo, aun si vos se lo recriminaste, corres el riesgo de caer en el siguiente juego malsano:
1) reclutas luego en la vida de adulto (usando esa gran capacidad de intuición que todos tenemos), a mujeres que te terminen haciendo el mismo tipo de “daño” que te hizo tu madre
2) ahí no te separas, sino te quedas en pareja durante algunos años mas (a veces muuuuuchos años mas) PARA poder recriminarle a tu pareja el daño que te hizo, exigiéndole que se haga cargo de lo que te hizo y hace mal, cuando en realidad tu pareja representa a tu madre y lo que estas buscando es que tu madre (representada ahora en tu pareja) se haga cargo de lo que te hizo y te pida el perdón correspondiente
3) si elegiste bien, (y todos somos genios de la intuición y elegimos mas que bien) tu pareja no solo va a hacerte el mismo daño que te hizo tu madre sino que al igual que tu madre TAMPOCO va a ser capaz de hacerse cargo y de pedirte perdón (en la única forma que sirve pedir perdón, si el daño fue 34, es en un pedido de perdón de nivel 34, si el daño fue 87, en un pedido de perdón en nivel 87)
4) y asi podes pasar aaaaaños perdidos AL PEDO en tu vida, viviendo con mucha menor calidad de vida de la que te mereces, recibiendo maltrato y esperando que se haga cargo tu pareja de lo que te hace, solo por no saber cortar internamente con la necesidad de que tu madre reconozca lo que te hizo.
5) y si persistís en el mismo juego, con la siguiente pareja, y con la siguiente pareja, lo menos que podes hacer, es hacerte cargo de que crecimiento personal quizás sepas mucho pero aplicas poco en tu propia vida.
Juegos malsanos de recriminación
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