Estamos presos de muchas cosas que limitan nuestro libre albedrío y el crecimiento personal pasa por ir achicando la fuerza de las cosas que nos tienen presas y aumentando nuestro grado de libre albedrío.
Una de las cosas que nos tienen presas son los instintos y uno de los instintos es el de posesión sexual, que a su vez es un derivado del instinto de preservación del propio ADN, quizás el instinto mas poderoso que existe y el mas limitador de nuestro libre albedrío.
Somos presas de nuestro ADN que tiene SU propio objetivo mas alla de lo que nos sirva o no como individuos… el ADN lo ÚNICO que busca es 1) perpetuarse y 2) mejorarse.
Por lo cual el animal en nosotros quiere 1) dejar descendencia y 2) que estemos seguros que esa descendencia tenga NUESTRO ADN.
El instinto de posesión sexual es atacado por la infidelidad (porque es la forma en que se corre el peligro de terminar engendrando hijos que NO tienen nuestro ADN …. recordemos que los instintos son el producto de la evolución y los instintos no tienen “inteligencia” en el sentido de “entender el uso de preservativos o de pastillas anticonceptivas o de cualquier otra forma de anticoncepcion)
El problema con la infidelidad, aun cuando tengas un alto grado de libre albedrío y te hayas liberado de tus instintos sexuales, el de posesión sexual incluido, es OTRO.
La infidelidad pasa por el ocultamiento, por lo tanto por el engaño, la mentira y la traición.
El engaño, la mentira y la traición son la tumba del amor porque sin confianza no hay NINGUNA relación posible, no solo la de pareja.