Son todas manifestaciones de una misma hambre, de un mismo arquetipo: el hambre espiritual de trascender el ego y su sensación de “separatividad/soledad”, entrando en la fusión con “el todo” y sus propósitos..
A diferencia de Freud, que consideraba que el hombre es solo una maquina biológica regida mas que ninguna otra cosa por el sexo, en la BNI (Bio Neuro Intención) considero que el ser humano es un YO no maquina a bordo de una maquina biológica (cuerpo y cerebro).
Los subpersonajes de los que hablo a menudo son parte de la maquina biológica, son circuitos cerebrales.
El YO no maquina es el agente del libre albedrío y ese que puede observar a su cerebro tener pensamientos y sentimientos (por ejemplo en meditación)
El YO maquina (formado por el conjunto de los subpersonajes, que incluyen los subpersonajes biológicos) tiene hambres materiales (de comida, de aceptación, de admiración, de poder, de sobrevivencia propia, de sobrevivencia de sus genes, de sentirse protegido, etc, etc etc)
El YO no maquina también tiene sus hambres
a) de aprender sus lecciones
b) de desarrollar sus potenciales en bien del colectivo y
c) de fusión con el TODO.
Las dos primeras hambres son el motor del crecimiento personal
La tercera hambre es el instinto espiritual que cuando es asumido en conciencia se puede desarrollar en el estudio de la filosofía y la espiritualidad, utilizando todas las herramientas que uno tenga a su alcance (por ejemplo hoy la física quantica nos ayuda mucho a entender la dimensión espiritual de la existencia sin necesidad de ningún dogma religioso) y muy especialmente se vive en una relación de amor humano, donde el “otro” es la representación de este “todo” (llamalo Dios si preferís, yo le huyo a este termino porque fue muy prostituido) y ambos se entregan mutuamente en una relación de amor maduro y comprometido, donde yo y tu nos transformamos en un “nosotros”.
Pero cuando el hambre espiritual no está asumido y desarrollado de forma constructiva en una relación de amor constructiva entre seres humanos, se manifiesta en uno de 5 síntomas (o una combinación de ellos)
1) La tendencia al enamoramiento serial (el enamorado siente que se “entrega” al objeto de su enamoramiento, que se “fusiona” con el/ella, que “el y su enamorado/a son UNO”, o sea exactamente lo que se siente cuando uno experiencia la satisfacción de su hambre espiritual.
2) En el orgasmo (al menos en los orgasmos de muchas personas que pueden aflojar el “control”) por unos segundos, uno trasciende el ego y se funde con la otra persona. No es tan inusual, por ejemplo, encontrar clientes de prostitutas que en el momento del orgasmo le gritan “te amo” (a la prostituta que recién conocieron). El sexo sirve para muchas cosas pero UNA de ella es el intento de escapar, aunque sea por unos segundos, del encierro en el ego.
3) El alcoholismo en el que mediante químicos ingeridos uno abre las barreras del ego y se funde con todo y con todos (en la barra del bar se abrazan los desconocidos borrachos como amigos del alma, son “uno”)
4) El religioso tipo “adorador de Dios”, ese que se pasa hablando de su “amor por Dios” y su “entrega a Dios”, y que solo está sublimando el hambre de salirse de su ego, no aguanta bien la experiencia humana y no sabe como vivir una real entrega en una relación de amor genuino de pareja formando un “nosotros”.
5) El hincha de fútbol fanático en el estadio se escapa de su ego formando parte de “la masa de fanáticos” todos saltando y cantando o insultando juntos al juez o al hincha del cuadro contrario, ahí el ego esta apagado, y uno es “parte del todo”.
A falta de pan buena son las tortas dice el refrán, y el enamorado, el adicto al sexo, el alcohólico, el religioso adorador de Dios y el hincha en el estadio fundido en la masa de hinchas, tratan de alimentar su hambre espiritual de trascendencia del ego (siempre infructuosamente, siempre quedan con hambre, siempre necesitan mas dosis en un circulo vicioso) en lugar de hacer lo que deberían, darse cuenta que lo que están haciendo es sublimando su hambre espiritual y dedicarse a establecer una relacion de un genuino “nosotros” con otra persona, donde YO y TU nos transformamos en NOSOTROS trascendiendo nuestros egos, en estudiar filosofía y espiritualidad y experimentar la espiritualidad en la meditación y en la naturaleza (por ejemplo observando la estrellas y dándose cuenta, como decía el filósofo Kant, de la maravilla del cielo estrellado donde la mayoría de la estrellas que uno esta viendo ya no existen porque murieron hace muuuuchos años pero la luz lleva a veces cientos de miles de años y miles de millones de años en llegar a la Tierra y por eso al mirar el cielo vemos el pasado lo que nos transporta a la dimensión espiritual donde el tiempo no existe, y pasado presente y futuro coexisten)
No necesitamos de las tortas.
Podemos acceder al pan..

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