1) Postular que el conflicto que genera la pelea o discusión de pareja NO ES el verdadero problema sino “la mosca que voló” y que sirve para agarrarse de eso para pelear con la pareja cuando el verdadero motivo es otro, que viene de antes, que NO fue saldado o conversado en su momento y que fue fermentando dentro de uno o ambos de la pareja (cada cual tiene SUS temas anteriores irresueltos en general)
2) Para encontrar a esos subpersonajes saboteantes uno debe ser TOTALMENTE HONESTO con uno mismo y con el otro y poner en la conciencia, cuando se juntan para charlar y solucionar el problema, esas mismas cosas que por un motivo u otro en su momento uno no las planteó al otro.
Al plantearlas asi, ahora, aprovechando el conflicto generado por “la mosca que voló” a veces uno se da cuenta de que en realidad eso que le molestaba tanto no era para tanto o era una expectativa que uno tenia sobre el otro que no tenia derecho a tener sobre el otro (muchas veces esperamos de nuestra pareja que sea una especie de padre o madre perfectos que sea lo que sea que necesitamos, nos lo da y cuando eso no pasa, porque tu pareja no es ni tu padre perfecto de amor incondicional que te dice a todo que si, ni tu pareja es tu madre perfecta de amor incondicional que te dice a todo que si, nos “enojamos” con nuestra pareja por no ser “eso que necesitamos” pero luego, al pasarlo a la conciencia y poder verbalizarlo, nos damos cuenta que “eso que pedíamos del otro” era irrazonable.
3) Casi todos los problemas de pareja son solucionables. Los unicos que NO lo son es cuando dos personas se juntaron en pareja antes de crecer y ahora uno de los dos cambio rotundamente y ahí el contrato original ya no sirve. En esos caso no vale la pena inventarse un conflicto solo porque es mas fácil separarse odiando que amando. Lo único “crecido” de hacer en ese momento es darse cuenta que NO ES CULPA DEL OTRO si fue uno que creció o si fue el otro que creció en direcciones separadas, y separarse queriéndose y sin destruir ni la relación ni uno al otro cuando uno ve que no hay futuro en la relación.