Morirse de hambre con la comida al lado, solo por estar obsesionado con un plato de tallarines

Para mucha gente es lo mas natural del mundo tener padres que han antepuesto sistemáticamente el bienestar de sus hijos al propio.
Esos tienen como tarea simplemente evitar copiar las limitaciones de sus padres en el área que haya sido sus limitaciones, lo cual hacemos a veces o por “lealtad familiar” o simplemente “por no darnos cuenta que ESO ES una limitación, por haber nacido y habernos criado en un ambiento donde ESO era lo natural”
Pero muchos otros, lamentablemente cientos y cientos de millones en el planeta entero, NO recibieron ese amor (demostrado en hechos y sacrificios personales) de parte de sus padres.
Y esos andan toda la vida (hasta que despiertan de su hipnosis y mandan a cagar a sus padres poco amorosos) tratando de ser queridos por quienes no los quisieron bien. Y desperdician la vida y se sabotean en el terreno del afecto y/o económico por tratar de justificarlos (reclutando personas tan dañinas por acción o por omisión como lo fueron su padre o su madre en su niñez, que les “fallen”, que los “traicionen”, o que no los “valoren” o que no los “cuiden” o que los “decepcionen”) o haciéndose contra si mismo/a algún tipo de jugada autodestructiva, cuando están bien, que tira por tierra lo que edificaron de constructivo en su vida, sea a nivel afectos o económico.
¿Por que? Porque un subpersonaje confundido interno dentro de esas personas decodificó que si su padre o su madre los quería ver “mal”, sufriendo, entonces si están bien, felices, sus padres NO los van querer pero si obedecen el “mandato” aparente de sus padres y se ponen a si mismos en ese tipo de situaciones de sufrimiento en que su padre o madre los puso alguna vez en su niñez o adolescencia, ahí si el padre o la madre o ambos los van a querer (papa, mama, ahora que les hice el mandado, ¿ahora si me van a aceptar y querer?)
Y se quedan famélicos de hambre por su obsesión a comer de UN tipo de comida (“ese” afecto, el de mi papá y/o mamá).
Que es el equivalente a estar hambriento, o aun mas, famélico, y seguir con el dolor del hambre porque lo que uno insiste es en comer “un plato de tallarines”, cuando tallarines no hay, ni va a haber, pero si hay una enorme variedad de otras comidas (otros afectos y personas y socios y amigos y parejas potencialmente CONSTRUCTIVAS) que pudieran tener al lado SI TAN SOLO PUDIERAN CORTAR con la esperanza de que ESE papá o ESA mamá los valore y quieran y prioricen como se merecieron desde siempre.
Cuando a esas personas les digo “manda a cagar a tu padre” (o a tu madre) lo que les estoy diciendo es “mira toda la comida alternativa mucho mejor que tenes para comer a la cual estas desperdiciando porque estas obsesionado con ESE plato de tallarines.
¿Entendiste?

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