En mis 30 años de crecimiento personal se incluyen cientos y cientos de horas de estudio de la religiones y si invertí tanto tiempo en eso no es porque crea que las religiones no tienen nada para ofrecer.
Creo que todas las religiones tienen (muchas) JOYAS DE SABIDURÍA.
Y por eso apoyo una cosmovisión que las incluye a todas las religiones, pero no como dogmas (no el “paquete completo”), no como rituales, no como repetición tipo loro, sino tomando de cada una lo mejor que tiene para ofrecer a la humanidad y leyendo detrás de los cuentitos sagrados que es lo que me quieren transmitir como idea, a través de ese cuento.
Me duele ver como hay por todas partes una pseudo espiritualidad que funciona igual que las pastillas tranquilizantes, las drogas y la TV: o sea, para evadirse de este mundo y para evadirse de la responsabilidad de construir el propio destino dejando todo en manos de “Dios”, confundiendo ver la verdad distorsionada por nuestros lentes perceptivos con el que no exista la realidad y pareciendo añorar el momento de desencarnar para irse a “almalandia” (de la cual ademas no saben si existe y confunden creer algo con saber que eso que creen es verdad).
No es con esa actitud que se construye un mundo mejor.
El crecimiento espiritual es parte del crecimiento personal, preguntarse de que se trata la vida, para que vive uno en particular, cual fue el propósito de la inteligencia creadora del Big Bang y su consecuencia ….los planetas y animales y humanos o si hubo o no tal inteligencia creadora, preguntarse por el Bien, por la Verdad, y por tantos temas que van mas allá de la psicología pero son parte del crecimiento personal.
Pero los que intentan tomar a la espiritualidad como atajo para no tener que crecer PSICOLOGICAMENTE terminan siendo unos zombies espirituoides que hacen mas daño que bien, porque no solo que no crecen ellos en las cosas que importan de ESTE mundo, en sus relaciones de pareja, en sus relaciones con sus hijos, etc, sino que propagan el escapismo como solución.
Son parte del problema, en lugar de ser parte de la solución.