El juez mas implacable que existe es nuestra propia conciencia moral.
Responsabilidad es la respons+habilidad, la habilidad para responder a lo que nuestra conciencia moral nos dice que deberíamos hacer para contribuir con el “bien”.
Culpa es lo que nos viene cuando sentimos que no hemos cumplido con nuestra responsabilidad.
Autocastigo es lo que nos fabricamos, inconscientemente, cuando por el inherente sentido de justicia del ser humano sentimos que merecemos expiar nuestra culpa.
Yo cuando soy culpable JAMAS me impongo una pena de sufrimiento como autocastigo. Autocastigarse generándose un mal en la vida para sufrir como pena por haber hecho algo malo solo empeora al mundo porque un mal (el que hice) mas otro mal (el que me hago) son dos males, no se compensan entre si.
Hay otra forma mucho mejor de compensar el mal que hayamos hecho
Es hacer el bien.
Hacer el bien es el acto mas constructivamente egoísta que recomiendo para que la voz de la conciencia nos evite el sufrimiento (digo “egoista” porque sea que uno lo haga para expiar algo que haya hecho mal o por el disfrute del placer moral de hacer el bien, en ambos casos uno se está haciendo un bien a si mismo, y está GENIAL si podemos hacer el bien a alguien y ademas hacernos un bien a nosotros mismos en el proceso, ¿o no?)
No tengo claro como son las cuentas del bien y del mal, cuantas unidades de bien tenes que hacer para saldar cuantas unidades de mal y como se calculan las unidades.
Por lo cual la receta es hacer todo el bien posible y tener optimismo de que con eso puedas saldar las cuentas y quizás, todavía, tener un saldo positivo.
Cuando empezas a sentirte bien haciendo el bien, y ya no sentís el sentimiento de culpa, una de dos
a) o tenes mala memoria o
b) posiblemente estés ya con saldo positivo.
En todo caso, como nunca vas a estar seguro de si es a) o b) la receta es seguir haciendo el bien
Y dado que uno siente siempre el placer moral de hacer el bien, así lo hagas por buena persona, o porque eres constructivamente egoísta, es buen negocio.