Cuando era chico existía el juego del Monopoly, un juego de mesa, en que cada jugador podía ir comprando casas, terrenos, fabricas etc (dependiendo de donde caía su ficha tirando los dados).
Después de un tiempo, uno de los jugadores (el que tenia mas suerte y mas capacidad, ambas cosas) terminaba ganando el juego y se quedaba con la mayoría de todas las propiedades.
¿Que se hacia ahí?
Se terminaba el juego y se empezaba otro DE CERO, y el que había acumulado todo eso lo entregaba al grupo para empezar un nuevo juego.
Cuando hablo con judíos ortodoxos se siente muy orgullosos de estar cumpliendo con todas las ordenes que dio Moisés (recibidas según el de Dios) sobre como vivir una vida moral y buena.
Sin embargo hay una orden bien clara, la del año del jubileo, que básicamente decía que cada 50 años había que “barajar y dar de nuevo”.
Muchas ideas judías originales fueron adoptadas por el mundo entero sin siquiera saber que son ideas judías originales de cientos y a veces miles de años previos a que fueron adoptadas por otros pueblos.
Por ejemplo
a) que debe existir una ley escrita, y de aplicación pareja para todos, ricos y pobres, poderosos y humildes, con acusadores y jueces defensores.
b) que se debe alfabetizar a la población y que el estudio es la base de la prosperidad en la vida
c) que debe haber lo que hoy llamamos “justicia social” o sea protección de las débiles de la sociedad y que eso no debe estar basado solo en la caridad personal sino que debe estar institucionalizado con leyes de modo que la sociedad en si proteja a los mas desprotegidos.
Pues bien, hay UNA ley judía de Moisés que no fue cumplida ni por los propios judíos (por lo cual mal podrían haberlo copiado los otros luego) y es la recién mencionada ley del jubileo en que se hacia algo equivalente al “barajar y empezar de nuevo”, que, dada la vida mas larga de los humanos ahora que hace 3 mil años, implicaría un barajar y dar de nuevo cada 150 años (o sea tu suerte y tu capacidad te servia a ti y a tus hijos para vivir bien pero no para N generaciones posteriores, cada cual tenia que hacer la suya)
El sistema capitalista, según el judaísmo original, no fue diseñado para el progresivo aumento y aumento y aumento de la acumulación del poder económico en mano de los “ganadores del juego”.
Y sin embargo ese es el tipo de capitalismo que tenemos hoy, en que ocho personas, OCHOOO personas, tienen la misma cantidad de dinero que los 3.500.000.000 personas mas pobres del planeta.
Una vergüenza moral.
Nunca se supuso que debía ser así.