Asi como los artistas musicales no saben cual de sus temas se va a convertir en un “hit” en el sentido de la popularidad, yo no tengo idea cual de mis posteos va a resonar mas con mis lectores.
Hay uno de los mas de tres mil posteos que tuvo una resonancia muy grande, y en lugar de tener entre 5 y 30 compartidos, que es lo usual, tuvo 110.000 compartidos (ciento diez mil).
Y creo que es la prueba de laboratorio que necesitaba para comprobar la validez de la idea que propuse ya hace 33 años, en mi primer libro, titulado Un Libro Sin Nombre, de que la única sociedad planetaria viable es aquella en que tener hijos no debería ser un derecho inalienable de cualquiera, sino un privilegio que hay que ganarse con méritos.
Si es necesario sacarse una licencia para conducir un auto (porque si uno lo hace sin estar capacitado puede terminar dañando gente) uno debiera sacarse una licencia para tener hijos y conducir sus vidas (porque si uno lo hace sin estar capacitado puede terminar dañándo a sus hijos y a través de ellos, cuando adultos, generar daños en otras personas, sean los hijos de sus hijos o sus parejas, y generar un circulo vicioso de daños multiplicados)
Si hubieron tantos me gusta y tantos compartidos, es porque hay muuuuchos lectores (demasiados) que se sintieron identificados con esto de recibir “puñales” en su infancia de parte de algunos de sus padres.
De padres disfuncionales, en mayor o menor medida, salen hijos heridos, en mayor o menor medida, que a su vez van a perpetuar (no todos, pero si la mayoría) sus heridas en sus propios hijos y sus parejas y relaciones cercanas.
Para poder ganarse el derecho a tener hijos una pareja debe haberse pasado psicológicamente en limpio, cada uno a si mismo, y como pareja y solo DESPUES podrá tener el derecho a tener hijos.
Asi podemos evitar clavarle puñales a nuestros hijos aun si tenemos las mejores intenciones (de buenas intenciones está empedrado el infierno).
El posteo de referencia fue este: https://www.facebook.com/photo.php?fbid=10213847992134945