Cuando un organismo está enfermo muestra síntomas, como la fiebre.
O sangrado.
Si no se toman medidas la enfermedad progresa y se agrava y eventualmente el enfermo muere.
Para aplicar las medidas que sanan primero hay que saber detectar los síntomas en lugar de mirar para el costado.
Los síntomas de una relación de pareja que se está rompiendo.
Los síntomas de un hijo que se está descarriando.
Al enfermo que me quiero referir hoy es nuestra sociedad.
Hay síntomas por todos lados de que nuestra sociedad está enferma.
Y lo peor de todo es que nos estamos acostumbrando a la violencia como si fuera normal, a la corrupción como si fuera normal, a la falta de entrega y compromiso en las relaciones de pareja como si fuera normal, a tener hijos pero no priorizarlos (cuando son chicos y lo necesitan eso tanto como el alimento) como si fuera normal, a que la gente que no está capacitada a traer ni un solo hijo al mundo y criarlo bien, tenga seis hijos y luego exija de los demás que paguen impuestos para mantenerlos como si fuera normal, a que un delincuente tenga cinco antecedentes y esté suelto y termine matando una persona para robarle como si fuera normal.
Nada de todo eso es normal.
El cambio empieza por tomar conciencia y poner cada uno su grano de arena en aumentar la salud propia y ajena. La enfermedad se combate con salud.
En este caso a la salud en valores.
El primer valor es la responsabilidad.
Y la verdad.
Por ejemplo y aplicado a las noticias que vemos todos los días en el noticiero…
Mentira que los delincuentes son víctimas de la sociedad y por eso nos roban y matan.
Si aceptamos que nuestras niñeces disfuncionales sean patente de corso para actuar mal luego de adultos la mayoría de nosotros tendríamos permiso para hacer el mal porque la mayoría de nosotros tenemos algo negativo o doloroso para contar en nuestra niñez y adolescencia.
La mayoría de los pobres ni roban ni matan.
Si tu padre fue infiel ¿tenes permiso para ser infiel tu?
¿O pagas el costo de perder tu relación de pareja y romper tu familia cuando tu infidelidad se descubre y la historia de tu niñez no es atenuante de nada?
Lo mismo si tu padre fue ladron.
Por supuesto que es más difícil ser fiel si tu propio padre fue infiel. Porque te dieron mal ejemplo.
Pero el costo y castigo de tu infidelidad es el mismo si sos infiel con padre que fue infiel a que si tuviste una infancia con buenos ejemplos en ese rubro.
Lo mismo los delincuentes.
Me importa tres carajos la excusa de las dificultades de su niñez a la hora de condenar sus crímenes.
Es necesario sacar de circulación a los delincuentes contumaces reincidentes y a los que asesinan.
Es hora de reaccionar.
Más tarde será demasiado tarde.