Es usual que una madre o padre piense que sus hijos (o nietos) son los “mejores del mundo”.
Es normal que uno idealice a sus hijos y nietos; así es el la psique del ser humano.
Como uno ama a sus hijos y nietos mas que a los hijos y nietos de los demás, y el amor tiñe la visión y le quita objetividad y “mejora” lo bueno y achica lo malo o defectuoso, el saldo neto de la visión que tenemos de nuestros hijos y nietos está totalmente distorsionado.
Y no tiene NADA DE MALO que lo hagamos asi, simplemente somos humanos.
El problema es que similar proceso sucede de parte de los hijos hacia su madre y su padre.
También ahí su visión está totalmente distorsionada por el amor natural que los hijos sienten hacia sus padres.
Ayer escuché decir a una joven “mi madre es un 99 (en una escala del 1 al 100)” cuando me consta que su madre es todo MENOS un 99. No es que piense de ella como mala madre, ha tenido terribles defectos, sigue teniendo graves defectos y también ha tenido y tiene grandes virtudes. Si yo le diera una nota, le daría un 65, o sea una nota mejor que el promedio pero nada de premio medalla y beso y pedestal como es un 99.
¿Cual es el problema de la idealización de los padres?
Que “lo que no juzgas y condenas justificas, y lo que justificas repites en tu vida de adulto, como victima o como victimario”.
Todos los defectos que uno NO REGISTRA de sus padres los va a terminar viviendo en su vida, o haciéndolos uno mismo o reclutando como pareja a alguien que se lo haga a uno.
Y es POR ESO que la idealización de los propios padres es corrosiva para la propia felicidad y autorrealizacion y parte del crecer como persona es poder ver a nuestros padres con objetividad, llamando al pan pan y al vino vino.
Y es POR ESO que los padres que permiten avalan y promueven esa idealización falsa (no justificada por los hechos, cuando se toma todo en cuenta, lo bueno y lo malo que hayan hecho los padres) de sus hijos hacia ellos, están directamente saboteando, por narcisismo, por egoísmo, la felicidad y autorrealizacion futura de sus hijos que tanto dicen querer.