Hay familias que funcionan como sectas, donde hay una ideologia muy fuerte referente a determinados temas y si alguien se quiere salir de esa “doctrina” o ideologia es vista como “mala persona”, como “hereje” como alguien a quien combatir o exiliar.
A veces esa doctrina familiar es una religión y si un hijo o hija se quiere casar con alguien de otra religión, o dejar de cumplir los preceptos de la religión, la familia se opone ferreamente y si la persona persiste en su empeño se le exilia de la familia (pasa todavía en cientos de millones de familias).
Pero hay otro tipo de doctrinas familiares que no pasan por la religión propiamente dicha pero funcionan igual de cerradamente que eso.
“En esta familia se cree que lo que se debe hacer es X y no hacerlo está muy mal” puede ser tomada como la “religión familiar” y los integrantes de esa familia atacan y exilian al integrante que ose discutir esa forma de ver la vida (por mas equivocada que esté esa forma de ver la vida).
El crecimiento personal requiere saber rebelarse contra las doctrinas familiares equivocadas y falsas, o sea convertirse en la oveja negra de esa familia, que en realidad, como lo he dicho en otros posteos, es la oveja multicolor que se opone a las falsas creencias de la doctrina familiar imperante.