Charlando con una lectora de FB, ya mayor de 40, en pareja, me he encontrado con un caso no tan esporádico, que personas que por presiones de sus padres o de la vida no han tenido adolescencia, en el sentido de que no han podido vivir esa etapa despreocupada de responsabilidades en que uno se siente realmente libre para hacer “lo que tenga ganas” (o casi).
Muchas veces pasa que luego de adultos, a estas personas les viene la compulsión de vivir la etapa perdida.
Solo que todo tiene una etapa natural en la vida y si uno pierde el tren, lo que corresponde es “aceptarlo” mas que forzarse a vivir la etapa perdida luego cuando ya no “cuadra constructivamente” con la edad cronológica que uno está viviendo (y el contexto que eso implica en el tipo de relaciones con las que uno se rodea).
Lo ideal es poder vivir todas las etapas sanas y naturales de la vida en su justo momento, y aceptar que “todo no se puede” en la vida, lo cual implica, entre otras cosas, aceptar que determinadas cosas que no las hemos vivido, ya no las viviremos en esta encarnación.
La mas importante de estas aceptaciones, es la aceptación de que tener la madre que hubiéramos querido y necesitado tener, o el padre que hubiéramos querido y necesitado tener, y que no tuvimos, ya no lo tendremos por el resto de esta encarnación.
Y dejar de estar esperando de nuestras parejas que cumplan para nosotros el rol de madre o padre, lo cual o no lo logramos de entrada o si lo logramos por un tiempo, la otra persona se harta de hacerlo y ahi vienen los problemas de pareja o directamente la separación.