¿Que hacer con las personas toxicas de tu vida si justo son tu madre o tu padre, vamos a imaginarnos por ejemplo una persona que siempre te está criticando lo que haces, y descalificándote?
Mi forma de pensar y actuar es “quita de tu vida a las personas toxicas” aún si se trata de alguno de tus padres.
Los seguidores de Bert Hellinger tienen una visión distinta; dicen que a los padres hay que honrarlos y respetarlos siempre, hagan lo que hagan, y que lo importante es desarrollar la habilidad de estar en contacto (sea interno intrapsiquico o externo en la vida) con esas personas amorosamente igual que si fueran personas constructivas de tu vida, desarrollando la capacidad interna de trascender esa molestia interna que te generan sus criticas y descalificaciones.
Bert Hellinger llegaba a a decir que una hija siempre debes darle a su padre el debido respeto y honra asi la haya abusado sexualmente. Yo sostengo que un padre asi no solo no merece honra y respeto sino merece la cárcel.
Hellinger no solo está equivocado, preso de sus propios traumas con sus padres, frente a los cuales su “salida fácil” fue “justificarlos” sino que está peligrosamente equivocado porque su consejo es veneno para el crecimiento personal.
Empieza por equivocarse en la importancia de quienes dan a luz a alguien.
Tener sexo y parir no te hacen madre o padre en lo que realmente cuenta; lo que genera honra y respeto es lo que los padres biológicos o adoptivos (da igual) realizan en la función de construir a sus hijos durante años, cuidando de su bienestar y preparándolos para la vida con buenos ejemplos y buenas enseñanzas, sin defectos descalificatorios.
Yo resumo mis diferencias con Hellinger con la siguiente metáfora:
Imaginate que viene un consultante y me dice que sufre sistemáticamente de dolor en los tobillos y la parte baja de las piernas.
Hablando con él me doy cuenta que el problema es que todos los días va desde su casa a su trabajo caminando por una zona tipo campo que está llena de plantas con espinas venenosas (la metáfora de las espinas es “la gente toxica de tu vida con quien te estas relacionando”)
Lo que yo le aconsejo a mi consultante y que ademas funciona rápida y eficientemente, es agarrar por OTRO camino para ir al trabajo (evitar las espinas, sacar de su vida a la gente toxica)
Lo que Hellinger parece promover es aprender a ponerse en otra forma perceptiva de la realidad, para pasar por ese mismo estimulo (las espinas) SIN que le duela”.
Y teóricamente si, es posible.
Es cierto que si uno trabaja lo suficiente en su interior la gente te puede estar sistemáticamente atacando y vos imperterrito, sin que te duela.
Solo que ese consejo para ser útil requiere que todos nos transformemos en iluminados y yoguis.
Es un camino mas “elevado” que el mio, pero solo funciona en TEORIA.
Mi camino es el que funciona en la PRACTICA para los que no somos yoguis iluminados.
Si veo algo venenoso lo que busco es no ingerirlo en lugar de trabajar en mi metabolismo para que pueda digerir las cosas venenosas que alguien me de para comer.
Estando atento a que no es lo mismo “alguien que te activa emocionalmente” que “alguien toxico”.
Si te activan emocionalmente puede ser que tengas vos un problema que hace que “eso” te active porque VOS tenes un tema para solucionar y siempre tenes que postular que eso es POSIBLE por lo cual cuando encontras alguien que te parece toxico tenes que analizar si realmente lo es o el problema es tuyo.
Ni TAMPOCO es toxica la gente que te hace sufrir porque te dice verdades que no te gusta oir, la culpa de tu dolor no es del mensajero y la verdad es el mejor antiseptico que existe (junto con el amor) para sanar el alma y la psique.
Pero HAY gente tóxica que no te hacen sentir agredido porque vos tengas una “oreja sensible” a sus palabras (o hechos) sino porque REALMENTE SON tóxicos.
Ahi lo que tenes que hacer con ellos es no ser un masoquista que se sigue pinchando con sus espinas esperando volverte inmune a sus espinas.
Sino sacar esas espinas de tu vida.
Hellinger se equivoca. Y peligrosamente.
Su teoría es un intento de justificación de sus propios padres que a los diez años lo sacaron de su hogar y lo pusieron de pupilo en un colegio religioso y nunca más volvió a su hogar, ni en las vacaciones.
Y como no pudo decirse “mis padres fueron unos pésimos padres carentes de empatía por las necesidades afectivas de su hijo” pretende que todo el resto de la gente se pliegue a justificar incondicionalmente cualquier barbaridad que hagan los padres de uno (mal de muchos consuelo de …)