Las ganancias secundarias de nuestras fantasias

En posteos anteriores he hablado de como se requiere un entrenamiento para poder diferenciar entre fantasias (cosas que “sentimos que es asi” pero son simplemente producto de nuestra imaginacion) y intuiciones (cosas que “sentimos que es asi” y son pedazos de verdad que descubrimos por intuicion aunque no podamos, y quizas nadie pueda, por ahora, probar que es asi).
Una de las cosas que mas nos ayudan para “sospechar” de que una supuesta intuicion (fe) pueda ser una mera fantasia, es si logramos conseguir una GANANCIA por seguir manteniendo esa “fe” en algo que no podemos probar ni nadie puede probar (en un hospital psiquiatrico de repente todos los internados pueden estar de acuerdo en que Jorge, un internado mas de alli, es Napoleon encarnado, que les promete a todos que les va a conseguir la libertad de ese lugar donde estan encerrados, pero la cantidad de personas que compartan una fe en algo no es prueba de que eso que se sostiene es una intuicion de una verdad, puede seguir siendo una fantasia aun si millones de personas la comparten).
Muchas de las “fes” de las religiones le brindan a la persona dos enormes ganancias: perderle el miedo a la muerte (total, el paraiso es mejor que esta vida terrenal), y aguantar mejor las injusticias de este mundo (los ultimos seran los primeros y cuanto mas sufra mas fichas gano para que me asignen el paraiso despues)…. o… como alternativa de “ganancia” (si tengo mucha mucha mucha mucha “fe” en tal y tal creencia y hago todo lo que esa creencia me dicta, Dios me va a ayudar durante mi vida terrenal, lo cual me ayuda a vivir mas tranquilo de que hay un papa bueno protector en el cielo que me cuida)
Sin embargo, de todas las fantasias que tenemos, la mas peligrosa de todas es “nadie me va a querer mas que mi mama” (o mi papa, vale lo mismo el razonamiento). Porque si nuestra mama, del 1 al 100 (en comparacion con todas las mamas del mundo) fue una mama grado 37 (para decir un numero) despues vamos por la vida tratando de confirmar nuestra creencia y buscandonos personas que nos quieran de 37 para abajo, y asi reclutamos personas aun PEORES como parejas o amigos de lo que podriamos hacer agarrando a la primera persona que se nos cruce por el camino (porque el promedio es 50 y la primera persona que se nos cruce es mas facil que sea de entre los 63 numeros que son de 37 para arriba, que de las 37 personas que son de 37 para abajo; perfectamente podriamos andar por la vida buscando y seleccionando personas 60, o 78 o 83, solo que con eso tendriamos que sacrificar la “fe” en que “nadie me va a querer mas y mejor que mi mama” (o papá). Y la “ganancia secundaria” de creer en la fe de “nadie me va a querer mas que mi mama” es que el niño interior asi se siente “protegido” por una “madre buena” y si cambia esa creencia el niño interior se siente “huerfano y desprotegido”.
Algo parecido hacen los religiosos “nadie hay mas bueno que Dios” (ese mismo que permite que mueran niños de cancer o nazcan en familias que los maltratan terriblemente).
Posdata: yo CREO en Dios, solo que mi Dios no es ese señor barbudo de unos 60 o 70 años que vive en la baticueva de un lugar llamado cielo, ni tiene hijos, ni tias ni sobrinos, sino es una inteligencia universal que creo una escuela de almas para que nosotros, esas almas, aprendamos el mejor uso de nuestro libre albedrio, de forma etica, solidaria, compasiva, y dedicada con fervor a la verdad y a la justicia. Y no solo que creó esta escuela, sino que la sigue dirigiendo, enviandonos mensajes y creando sincronias de forma de facilitar nuestro aprendizaje (leccion que no aprendes, repites)

Para ver el posteo original con los comentarios en Facebook hacer click en el siguiente link: https://www.facebook.com/roberto.lazar.5/posts/10205893379634604

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