Hace 59 años un hombre llamado Huxley escribió un libro que en ingles se titula “A Brave New World” y que el título del libro traducido al español fue “Un Mundo Feliz”.
Es un libro de ciencia ficción y relata un mundo futuro en el que la gente ya no se casa, los niños nacen de probeta en un laboratorio y se crían de forma industrial por que ya no se usa estar casado y ser padre o madre es mala palabra, algo del pasado.
A los bebés destinados para ser trabajadores manuales desde chicos (los “deltas”) cuando se están gestando, se los pone en un ambiente amniótico con alcohol para que sus cerebros no sean muy “inteligentes” y en su niñez se les da choques eléctricos cuando se les pone un libro y flores al lado, para programarlos con un reflejo condicionado a tener una aversión a leer libros (de modo que puedan ser trabajadores sin quejarse porque nunca van a ser suficientemente cultos para aspirar a algo mejor) y que no aspiren a estar en la naturaleza sino apiñados en ciudades produciendo en fábricas para el resto de la población, la clase superior.
A la mayoría del resto de la población se les enseñaba de chicos a tener sexo de forma indiscriminada con otros chicos/as para facilitar que fueran luego promiscuos de adultos.
Pero tanto los obreros (los deltas) como la clase superior (los alfas), están “manejados y programados” psicológica y emocionalmente por el gobierno, día tras día, desde el nacimiento (en realidad desde la gestación).
El objetivo es manejar a la gente por sobreestimulación de información, de distracciones y de placer, el sexo es libre (acordate que esto fue escrito hace 70 años cuando una mujer con sexo libre prematrimonial era una “puta”), no había parejas sino que cualquiera se acostaba con cualquiera, y para ser felices la gente tomaba una droga, llamada “soma”, sin efectos secundarios mas allá de sacarte de la realidad y ponerte “alegre”.
Uno de los protagonistas de la novela sin embargo es un psicólogo dedicado a hacer jingles de propaganda para las masas que ES un ser pensante y es infeliz
Y tiene un amigo que también es un ser pensante y también es (uno de los muy pocos) que no es “muy feliz” como el resto, gracias a una abundancia de objetos materiales, sexo a granel, distracciones y mucha ingesta de soma.
Huxley describe un encuentro de ese protagonista con uno de los diez hombres poderosos, los 10 “controladores del mundo” (asi los llama).
Que casualidad, hoy lei un articulo donde hablaba que los 10 hombres mas ricos del mundo tienen tanta riqueza como los 3.500.000.0000 personas mas pobres del planeta combinados (hablando de los “controladores del mundo” o “elite” como se la llama hoy en dia).
Aparte de ser un genio en su capacidad de preveer los enormes cambios que habrían en el mundo en tan solo dos generaciones, la novela transmite un concepto muy interesante de contemplar: que basicamente uno puede elegir ser feliz a costa de consumir, sexo y sustancias (drogas) o ser libre para pensar con su propia cabeza pero al costo de las angustias existenciales, de los conflictos internos y de una infelicidad de base (porque se da cuenta de todo lo que anda mal en el mundo)
Si el autor tiene razón, perseguir la felicidad “alegre” y la libertad para ser uno mismo, pensar con su propia cabeza y crecer como persona, no son objetivos que van juntos, y uno tiene que saber cual de ambos objetivos va a priorizar.
La libertad nace de la genuina conciencia de las cosas, externas e internas y muchas veces la alegría es la falsa alegría basada en la ignorancia de la realidad (ignorancia por falta de oportunidades de averiguar la verdad, o por la decisión de evadirse de ella por falta de coraje de enfrentarla y de energía para buscarla)
Y efectivamente, si estudias las biografías de la gente famosa, veras que difícilmente encuentres una persona “alegre” entre los grandes pensadores de la Historia; eran mas bien introvertidos, tranquilos, lo opuesto a “estar bien alegre”.
Video Un Mundo Feliz – Felicidad y Libertad: https://youtu.be/2IQO-L4ibuc