No nacemos sabiendo.
Aprendemos sobre la marcha, viviendo, y de quien mas aprendemos, hasta los 21 años, es de nuestros padres, por el ejemplo (asi como una imagen vale por mil palabras, un ejemplo vale por mil palabras).
Si tu madre y tu padre son del tipo de personas que jamas reconocen sus errores, es probable que vos lo seas también (al menos al inicio de tu vida adulta)
Y la incapacidad de reconocer los errores, de pedir perdón (no de boca para afuera, sino genuinamente, y con compensación del daño) es el principal veneno no solo para el crecimiento personal (que no consiste en saber las cosas sino en aplicarlas a la propia vida) sino en la felicidad de pareja y las buenas relaciones intimas (la persona que no sabe pedir perdón, tiene un síntoma, cuando la “descubrís” en su cagada, su error o su incoherencia, te quita de su vida, porque le cuesta eso menos que asumir sus errores y compensarlos)