A ver si los políticos entienden el mensaje.
Estamos tan podridos de sus mentiras, que cuando aparece alguien que dice lo que realmente piensa, aun si lo que dice es a veces escandaloso y no lo compartimos, nos sentimos tan identificados, tan contentos con que al fin alguien sea honesto y diga lo que piensa, y que por sus acciones pasadas nos parezca que no va a robar y corromperse, que se lo elige para gobernar el país y por lo tanto parte del destino de uno y su familia.
A Trump y Bolsonaro no se los eligió por como son como seres humanos sino a pesar de como son, porque no insulta nuestra inteligencia diciendo lo políticamente correcto (a veces preferimos que un político diga barbaridades antes que nos trate de idiotas mintiéndonos en la cara) y porque prometen mano dura contra los delincuentes, los de la calle y los de guante blanco de la corrupción en gobiernos y empresarios.
Mientras la clase política de todos los países se asemejan cada vez mas a ratas y serpientes rastreras que venden el alma al Diablo por un pedazo de poder y/o de acceso a la riqueza obtenida por medios corruptos.