La frase no es mía sino del psicólogo Carl Jung.
Y es una verdad grande como una casa.
Te sentís realmente vivo cuando
1) estas creando belleza (que es una forma de dar a los demás, que la van a poder apreciar),
2) descubriendo verdades y ayudando a otros a verlas (que es otra forma de dar) y/o
3) amando (lo que es por definición lo que sacrificas de tus energías, recursos, tiempo y dinero por el bienestar de esas personas o ese ideal al que amas).
Descubrir el placer de dar es el paso necesario para salir de sobrevivir (podes tener lujos y seguir “sobreviviendo”) y pasar a vivir con sentimientos de plenitud (no “en lugar de” sobrevivir sino “además de” sobrevivir y con cuantos más lujos mejor).
En general es dificil hacerlo antes de los 40-45 años, porque al principio de la vida uno pone casi todas sus energías en hacerse un lugar en el mundo.
Pero hay personas que se mueren de viejos y siguen pensando en lo que que necesitan recibir y tener, sin lograr descubrir y alimentar el placer del sentimiento de plenitud que se siente al “dar” (conocimientos, creatividad, tiempo, dinero, recursos, energias).