1) Todo medicamento viene con un instructivo en la caja, que te habla de los efectos secundarios.
Todo lo “bueno” tiene también efectos “malos”.
No dejamos de tomar determinado medicamento cuando juzgamos que lo bueno es suficientemente mas que lo malo asociado.
Lo mismo que pasa con los medicamentos pasa con todo en la vida.
Ser oposición de un gobierno (o de la idea que alguien proponga) es fácil AUN si la idea es buena porque todo lo que tenes que hacer para poder “oponerte” es mencionar los efectos malos que esa medida (remedio) genera o puede generar. Por supuesto que si lo malo es mas que lo bueno, la medida propuesta a tomar era mala, pero no me refiero a esos casos sino a los sistemáticos casos en que la oposición a una medida de gobierno propuesta se basa en el engaño de mencionar lo “malo asociado” como si por eso lo bueno no valiese la pena, cuando lo vale. Y por supuesto para poder juzgar cuanto de malo y cuanto de bueno tiene una medida propuesta hay que ENTENDER del tema.
2) Elegir entre algo que tiene mas de bueno que de malo frente a otra opción que tiene mas de malo que de bueno es sin embargo mas fácil que las elecciones reales que tenemos muchas veces en el vida, en la cual la mayoría de las elecciones que tenemos que hacer es entre dos cosas malas, y lo que debemos hacer ahí es elegir la menos mala (y aceptar ese perjuicio de haber elegido la menos mala para no tener un perjuicio mayor), o entre dos cosas buenas, saber elegir la mas buena (o sea saber sacrificar algo bueno para poder obtener algo mejor, sabiendo que “todo” no podemos tenerlo en la vida)
La mayor parte de los problemas en la vida parten de no saber elegir bien a) por no animarnos a aceptar el costo de una elección que significa un perjuicio (y terminamos con algo peor por no haber elegido bien) b) por querer mas de lo posible y no decidirnos a tiempo a sacrificar algo bueno y al no hacerlo así, terminamos perdiendo algo que era todavia mas bueno.