En la Facultad de Medicina y Psiquiatría toman al ser humano como una máquina biológica y nada más que eso.
La visión espiritual del ser humano tiene otra forma de ver quien es “yo”, y la podemos representar con la metáfora de un avión.
“Mi cerebro” es el equivalente al “piloto automático” del avión (cuerpo), que maneja las acciones del avión (el cuerpo) según los programas y el software instalado.
Si cambian los programas de la computadora cerebral, cambian las conductas.
“YO”, en esa metáfora, es el equivalente al “piloto”.
En la versión espiritual del ser humano “YO” no soy ni el avión (mi cuerpo) ni el piloto automático o computadora del avión (mi cerebro), sino que tengo un cuerpo y un cerebro a mi disposición para vivir mi vida.
“YO” por lo tanto, en la versión espiritual, soy por un lado
1) el “YO observador”, que es la faceta del piloto del avión que puede observar directamente su experiencia del mundo y/o observar la información en las pantallas que en la cabina la computadora a bordo (el piloto automático) presenta según los datos que recibe y procesa del mundo a través de los sentidos (los instrumentos del avión que van midiendo velocidad, inclinación del avión, altitud, velocidad del viento, ubicación, otras entidades que estén en el despacio cercano sea una montaña u otros aviones, temperatura exterior, etc).
2) el “YO que elige”, que es la faceta del piloto del avión que puede elegir …
a) cambiar el software metido dentro del piloto automático cerebral
y/o que puede …
b) elegir sacar el mando del piloto automático, y manejar en “manual”, utilizando el libre albedrío para decidir que acciones tomar (tomando lo que dice el piloto automático como “recomendaciones” pero reservándose el derecho a actuar según le parezca a su libre albedrío y no solo a su cerebro)
Para la religión cientificista del siglo 20 e inicios del siglo 21, se toma como cierto el que “no existe nada mas que lo que puede ser medido en el laboratorio y no existe el alma humana, solo cuerpo y cerebro, cuyo funcionamiento podemos medir”.
Lo llamo religión porque sostener eso es una creencia también, y además mal basada en los datos, porque libre albedrío existe y por eso mandamos gente a la cárcel cuando cometen crímenes, creemos que PODIAN ELEGIR su conducta.
La neurociencia no sabe qué o quién genera el libre albedrío ya que no hay ningún circuito neuronal o zona del cerebro encargado del libre albedrío.
Para la religión cientificista la versión espiritual es pura imaginación de un cerebro que pretende ser algo mas de lo que es, quizás por miedo a la muerte o a la insignificancia de ser solo una maquina biológica.
Para la visión espiritual, pensar que YO es solo una máquina biológica y nada más que eso nos hace perder la parte mas importante del concepto “YO”.
La visión espiritual sostiene que la razón de que la neurociencia no encuentra que parte del cerebro es la que elige en el libre albedrío es porque no existe dicha parte, y que el cerebro es solo el instrumento usado por el Yo que Elige, el piloto, el yo “no-máquina” (alma en lenguaje espiritual) para llevar a cabo las libres elecciones que toma.
¿Quien es “yo”?
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