No es la técnica utilizada por el terapeuta en el sentido de los marcos teóricos que existían a finales del siglo 20. Daban todo lo mismo, se ha comprobado, ninguno curaba mas que otro, y sin embargo algunos pacientes avanzaban mucho mas que otros, independientemente de la técnica o marco teórico usado.
¿Entonces que es lo que hace la diferencia en la eficiencia sanadora de la psicoterapia?
Es 1) la sabiduría, 2) el carisma 3) el crecimiento personal del terapeuta, y 4) las ganas que le ponga a tu sanación (llamemosle a eso “amor por el paciente”)
Un psicoterapeuta transmite su sabiduria y crecimiento personal hasta por ósmosis a quienes se contactan con el/ella y le permite dar el consejo justo, las palabras justas, de la forma justa, para hacer “caer la ficha” y lograr el cambio.
La sabiduría y el carisma y el crecimiento personal no te la da un titulo ni 5 años de universidad. El amor por el consultante, las ganas de incidir constructivamente en su cambio tampoco te la da ningun estudio.
O las tenes o no las tenes a esas 4 cosas.
Repito: 4
Si falta un ingrediente de los 4, ya la cosa no funciona.
Por eso son tan pocos los terapeutas que realmente hacen una diferencia en lugar de solo prestar una oreja para que el otro se ex-prese y saque un poco de presión y se sienta mejor.
Una psicoterapia eficiente no es una sesión de masaje para que te sientas mejor.
Es algo que te tiene que generar un antes y un después, que te des cuenta que AHÍ cambio tu vida, por la influencia que tuvo en tu vida ese psicoterapeuta.
Cuando busques un terapeuta, pues, buscate alguien que te parezca, intuitivamente, un buen “maestro/a” de la vida, no un simple “psicotécnico” que estudio X años, se recibió y tiene determinados conocimientos.
Porque con eso no alcanza.