Estaba escuchando videos de una de mis cantantes favoritas, Cecilia Milone, y en el menú de posibles videos para ver me apareció algunos en que me enteré de la historia amorosa de ella con Nito Artaza.
Se conocieron (ambos artistas) hace muchos años atrás, estando Nito Artaza casado con Oviedo y fueron amantes todos estos años, con Nito Artaza llevando una doble vida, con permanentes idas y vueltas, se iba de la casa a veces semanas a veces meses así por años (algunos dicen 7 años, otros 14 años) hasta que la amante, la tercera, la otra, Cecilia Milone, se cansa y hace pública la relación.
Ahí hay un escándalo porque Nito Artaza la niega como amante de años, Cecilia insiste en que si, que hace años están juntos como amantes, hay hasta un juicio legal para “ponerle un bozal mediático” al respecto a Cecilia y ahí se interrumpe la relación de amantes entre ellos.
Pero el amor “obsesivo” de Milone por Artaza puede mas que todo esto, y un tiempo después (y no hablo de días sino de años) se reencuentran en Mar del Plata y arranca de nuevo la relación entre ellos, el ya ahora separado de su mujer y luego de un año mas, se terminan casando.
Siempre que veo una historia “inusual” me interesa entenderla psicológicamente. Lo “inusual” es para una mujer tan linda y talentosa como Cecilia Milone, que pretendientes debe tener mil, obsesionarse tanto con un hombre, casado, que no quería dejar a su mujer (por los hijos, por lo que sea) y que lo esperara tanto, aaaaños, que se prestara para el escándalo mediático de ser vista como la otra, que lo esperara después de que el cortó con ella porque tuvo que elegir entre su mujer y su amante, y eligió a su esposa, y hasta le hizo el juicio, y esperarlo hasta que al final lo consiguió como marido.
Cuando digo “inusual” no digo que nunca ocurra que haya “la otra”, la paralela que lucha con dientes y uñas para que el hombre se separe y la elija, eso pasa muchas veces, pero es inusual en el sentido estadístico pues la mayoría de las mujeres o no se meten con un hombre casado o si se meten no lo esperan tantos años contra viento y marea.
Así que me puse a investigar.
Hoy You Tube y Google te dan material para ello.
De esa forma me enteré que justamente este último año Cecilia Milone se encontró por primera vez con su hermanastra, con quien nunca se vieron en su vida, porque ella vivía en Italia.
Seguí recorriendo información hasta que me enteré de que el padre de Cecilia Milone la abandonó a la madre de Cecilia y a ella, la hija, cuando era chica y se fue a Italia donde formó nueva familia y tuvo una hija, esa hermana (hermanastra) que el año pasado se encontraron por primera vez porque Cecilia, mientras viviera la madre (que odiaba al padre por haberlas abandonado a las dos) por respeto a su madre no quiso relacionarse con nada que tuviera algo que ver con el odioso padre que tanto daño sentía que le había hecho. Muertos el padre en Italia y la madre en Buenos Aires, ambas hermanas se terminan encontrando y haciendo muy buenas migas entre ellas.
Ahí me cerró toda la historia, psicológicamente hablando.
Nuestras heridas profundas no sanadas de nuestra niñez generan subpersonajes con asignaturas pendientes que luego nos hacen actuar para conseguir los “objetivos” de esos subpersonajes de tal manera que si no los llevamos a la conciencia (única forma de neutralizarlos) nos “hipnotizan” por dentro y nos manejan la vida.
La herida grande de la niñez de Cecilia Milone es el padre que por preferir a otra mujer (la de Italia) la abandona (no solo a la madre, también a ella, la hija).
¿Que hubiera querido la niña y adolescente Cecilia ahi?
Que el padre, por amor a ella, la eligiera a ella, no a la mujer italiana.
Pero no pudo ser.
¿Cual asignatura pendiente se genera ahí?
Conseguir OTRO hombre casado, (que representa al padre) que NO quiera dejar a la mujer (porque si está buscando separarse ese no cuenta para el “juego”, hay que “convencerlo” de que deje a la mujer, así se siente que se gana la batalla) e insistir y seducirlo y presionarlo hasta que haga lo que quisiera que el padre hubiera hecho, que la elija a ella y deje a su mujer.
Lamentablemente el pronóstico de una relación así no necesariamente es bueno, luego de que el hombre se divorcia y se casa con la otra (que pasa a ser la oficial).
Porque una vez conseguido al hombre, el juego se termina, y lo que queda solo es la relación en si.
Y muchos “cupones de rabia” acumulados, de cuando sufrió la humillación de ser puesta en el lugar de la otra (una cosa es que el marido tenga que ofrecer resistencia al principio para no dejar a su esposa y otra que la lucha por conseguirlo se estire por taaantos años y con taaantas vueltas y humillaciones públicas para “la otra”)
Y cuando el subpersonaje consiguió su objetivo, ya no tiene mas que jugar y el hipnotismo se desvance.
Y los cupones se cobran (aparte de que “la otra” cuando se convierte en oficial, sabe que su marido es del tipo que engaña y muchas veces cuando la otra se convierte en oficial, el marido necesita a otra “otra”, porque tiene SUS propias heridas de la niñez, usualmente una madre muy invasiva, y solo puede estar comprometido oficialmente con una mujer si siente que tiene un escape de ser engullido psicológicamente por su pareja teniendo una relación paralela; que ella haya solucionado SU juego no implica que el haya solucionado el suyo).
Hay otra cosa que me quedó claro.
Y es por qué me gusta tanto como canta Cecilia Milone.
Cantar con alma requiere no solo saber entonar bien, requiere saber transmitir una historia, y solo alguien que fue forjado en el calor del sufrimiento en la vida, puede sentir las pasiones a full y así, transmitirlas desde el alma al oyente.
Psicoanalisis a “la otra”
Para ver el posteo original con los comentarios en Facebook hacer click en el siguiente link: https://www.facebook.com/roberto.lazar.5/posts/10217088191777911