Hoy el imperialismo económico, o sea el uso de la fuerza económica para manejar la política interna y las decisiones que afectan a la ciudadanía de otros países, no lo hace solo USA o el FMI sino también China, cuyo poder económico es hoy tan grande como el de USA y cuya ansia imperialista es igual de voraz que las peores épocas del imperialismo yanqui.
El imperialismo actual de Rusia también es enorme, se mete por ejemplo a manejar cuestiones en Irán, en Siria, en Crimea y en Venezuela, y si no interfiere en mas países de lo que lo hace es simplemente porque no puede, no porque no quiera.
Hasta Cuba que no tiene poder económico se pasó interfiriendo por los últimos 50 años en la política interna de otros países, incluyendo intervenciones armadas, y hoy es un país que vampiriza economicamente a Venezuela.
Es hipócrita, en el tema de Venezuela, no hablar del imperialismo chino, el ruso y el cubano.
No hay imperialismos buenos y malos son todos manipuladores de la voluntad ajena por medio de la fuerza (militar, económica o del tipo que sea).
Llamemos las cosas por su nombre en el tema de Venezuela:
La deuda venezolana con China asciende a unos 80.000 millones de dólares.
Con Rusia, una cifra similar.
Y China y Rusia manejan los asuntos de los países que les deben de una manera mucho más bruta y descarada que el FMI.
PDVSA que maneja el petróleo de Venezuela por sí misma debe 45.000 millones.
Como no tienen dinero, hipotecaron la producción petrolera de décadas por venir.
Desde el acuerdo firmado entre Chavez y Castro, Venezuela le da petróleo a Cuba, otro imperialista metida en Venezuela por su petróleo.
Tal es la dependencia política con Cuba (eso es lo que genera el imperialismo, estados títeres), que el año pasado Venezuela, que no tiene para alimentar a su propia población, compró 440 millones de dólares en crudo para que Cuba no esté desabastecida.
Cuba presta “servicios” a Venezuela que se traducen en asesores militares que cobran en dólares y oficiales de inteligencia que se destinan a mantener activo el sistema de control de la oposición.
Todo se paga con petróleo.
El manejo ideológico y el amiguismo político convirtieron a PDVSA en una empresa que produce la mitad del crudo de hace 15 años (y además habiendo cuatro veces más empleados que antes habiendo subido 300 por ciento así los costos de plantilla de sueldos). Un desastre de mala administración ejemplo de cómo el chavismo y madurismo fundió al país.
Así, el tiempo de pago de las deudas se incrementó.
Y las expropiaciones hicieron al Estado pasible de embargos internacionales.
Esos factores convirtieron a la economía venezolana en improductiva en manos de funcionarios elegidos por su fanatismo y no por sus títulos. Un conductor de buses devenido en presidente, es la mejor prueba de ello.
Rusia entregó cantidades inmensas de armas de guerra y cobra en petróleo porque Venezuela no tiene otra cosa que ofrecer.
Y también con licencias de explotación de oro y otros recursos naturales, además del uso militar del territorio.
China hace lo propio con la reserva petrolero y la concesión a empresas chinas de licencias para explotar el oro del Orinoco y las tierras fértiles del llano.
Entre Rusia y China, se hipotecaron los recursos naturales de Venezuela por décadas del futuro.
Y entre tanto despojo, aparece Irán haciendo un cártel petrolero en la OPEP con Venezuela, lo cual le permite controlar el precio del crudo y de paso obtener un aliado para sus planes exteriores, que incluyen hombres del Hezbollah circulando con pasaportes venezolanos.
Y este coctel se completa con el acuerdo con la guerrilla colombiana y los señores de la droga para usar el territorio venezolano como ruta de entrada por el Caribe y hacia Europa.
La obtención de divisas y el reparto del negocio con los oficiales fieles, mantiene el sistema.
De manera que mientras se mueven las piezas en el tablero diplomático, Venezuela se desangra por la intervención de actores que solo buscan desangrar los recursos de petróleo de Venezuela y que a cambio sobornan con ríos de dinero para mantener un regimen que habilita negocios ultra millonarios.
Guaidó avisó que no iba a respetar los acuerdos de Maduro y los que tienen cheques de Maduro saben que deben apoyarlo pese a la violencia y el descrédito internacional.
Lo que temen los que sostienen a Maduro desde adentro, es que además de cheques sin fondo se los investigue en todos los negocios corruptos que hicieron.
Planteado este escenario, el fin de Maduro es solo el inicio de otro conflicto, que vendrá cuando Venezuela deba hacer uso de sus recursos para reconstruirse y encuentre que se los debe a rusos, chinos y a todos aquellos que apoyaron al chavismo a cambio de quedarse con su petróleo.
Veo fanáticos izquierdoides que en lugar de asumir todo esto, se ponen del lado del dictador Maduro con la excusa de que USA desearía hacer lo mismo que YA están haciendo hace más de 15 años China, Rusia, Irán y Cuba.