No se necesita que un atacante sea específicamente reclutado por ISIS para incluir el ataque como un ataque islamico en la guerra a muerte que el Islam de la Sharia le ha declarado a Occidente.
Estos atacantes están reclutados por la IDEOLOGÍA islámica y matan inocentes ciudadanos en San Bernardino, en Orlando, en Boston, en París, en Bruselas, en Tel Aviv en Jordania o donde sea que los islámicos se sienten con el derecho a matarnos.
Es hora de asumir el problema: estamos en guerra y es una guerra a muerte.
Hay mil millones de islámicos pacíficos y trescientos millones (una enorme cantidad) de islámicos que les hacen el juego silencioso (o sea son CÓMPLICES) de estos miles y miles de asesinos de ISIS. Y al Qaeda. Y otros grupos similares.
Si los islámicos realmente estuvieran en contra de esta violencia uno escucharía declaración tras declaración de autoridades islámicas, de imames islámicos, en contra de la violencia islámica y dichas declaraciones brillan por su ausencia salvo excepciones que confirman la regla.
Evadir enfrentar la dolorosa verdad y llamar a los cosas por su nombre, solo lleva a que el problema se haga cada vez peor.
Esto no solo pasa a nivel personal con nuestros problemas personales sino a nivel gepolitico con los problemas nacionales o globales.
Posdata: la élite que busca el gobierno mundial permite que esta polarización violenta prospere porque quiere usar esto como excusa para prohibir las armas en manos de civiles, regular la Internet con la excusa de que se usa para promover el odio, y quitar así nuestras libertades más básicas como la libertad de expresión que permite posteos como este.