Esta es una de las excusas que encuentro usualmente en mis charlas con consultantes, cuando vemos algo que hicieron mal, que terminó hiriendo a alguien o perjudicando una relación.
Las intenciones no son importantes, primero porque los demás no las pueden comprobar, por lo tanto no tiene sentido decirle a nadie “tenia buenas intenciones”.
Segundo porque somos expertos en mentirnos a nosotros mismos y reprimir de la conciencia las malas intenciones y de repente desde UN subpersonaje, el “oficial” realmente tenemos la mejor de las intenciones pero hay otro subpersonaje nuestro inconsciente que tenia OTRA intención, y la conducta, lo que hicimos, es coherente con esa otra intención del subpersonaje que no sabíamos que existia dentro nuestro.
Somos responsables de lo que hacemos inconscientemente, también, no se dan premios en la vida a la inconsciencia, sino que se juzga por los resultados. Si manejas a 180 kms por hora y terminas atropellando a alguien en la ruta, que no hayas tomado consciencia del peligro aumentado para los demas por tu exceso de velocidad no te salva de la cárcel. Lo hubieras pensado mejor, En este caso “hubieras hecho mas trabajo personal en el tema de conocerte mejor a ti mismo/a”.
Por el motivo que sea, las intenciones NO IMPORTAN, lo que importan son los HECHOS, o sea, nuestras conductas,
Somos responsables de lo que hacemos, y si lo que hicimos estuvo mal, importan poco “las intenciones”.
Habla de las buenas intenciones solo el que busca EXCUSAS para acciones poco felices que han llevado a resultados poco felices.