Dice el dicho “uno nunca pierde, o uno gana o uno aprende”.
Y es cierto, pero incompleto.
Es cierto que si uno tiene buena actitud de crecimiento personal, todo sirve para aprender en la vida, incluyendo errores y fracasos, y cuando uno toma malas decisiones que lo llevan a un problema o una disminución de su calidad de vida, por lo menos uno puede aprender que es lo que no hacer en lugar de quedarse culpando a los demás por las situaciones en las que está.
Pero por otra parte, tanto mas crecimiento personal uno tiene, mas uno aprende POR LAS BUENAS, que es una forma mucho mas “económica” de aprender (la alternativa a aprender por las buenas, que es aprender por las malas, es el equivalente a pagar por un producto muuucho mas que lo que es el precio necesario)
¿Y como se aprende por las buenas?
1) no confundiendo lo que es posible con lo que es probable (“es posible que ganes la lotería, no es probable que ganes la lotería, por lo cual no tiene sentido común organizar la vida de uno en función de la posibilidad de ganar la lotería”, para poner un ejemplo)
2) no creyendo que uno tiene derechos que no tiene (porque la vida se encarga de hacerlo estrellar contra la realidad, dado que tarde o temprano los otros reclaman sus derechos)
3) aprendiendo de los demás que lo rodean a uno de quien uno confíe que tiene buen sentido común (que es el crecimiento personal mas jugoso) o que ya ha aprendido por si mismo por las malas (en lugar de refugiarse en el mal consejo de los que le dicen a uno lo que uno quiere oír)
He aprendido muchas cosas por las malas, como todo el mundo.
El tema no es “no equivocarse” porque el que hace, a veces se equivoca.
El tema del posteo es no glorificar el aprendizaje por las malas, solo porque “de lo vivido uno al menos pudo aprender algo”.
Si uno no tiene claro el objetivo, se dificulta llegar a el.
Y el objetivo es:
a) aprender cuanto mas el buen vivir y
b) aprenderlo con el menor costo posible.