Si manejas en carretera “en automático” reflexionando mientras sobre tu vida, no pasará mucho tiempo hasta que tengas un accidente.
Manejar en carretera requiere atención, la mente puesta en eso.
Y si ademas pones música en buen nivel de sonido, tu mente estará ocupada atendiendo el tráfico (por tema de vida o muerte) y escuchando música y tus problemas personales, emocionales o prácticos, viejos o nuevos, conscientes o no, pasan a segundo plano, por ese rato que estás manejando.
Los viajes en carretera sin stressantes (para la persona que no necesita evadirse) y son placenteros para las personas para las cuales es negocio lograr “evadirse un rato” de los problemas personales.
Para estas últimas personas hay un atractivo adicional, y es que si no pueden “irse” del lugar en la vida en el que están, y quisieran irse, pero no pueden, y quisieran, pero no pueden, al hacer trayectos de carretera largos uno “se está yendo” siempre de “el lugar donde estaba” (al inicio del viaje) e inconscientemente así se sublima parte de nuestras ganas de “irnos de esa situación de vida que preferimos no pensar en ella porque quisiéramos poder irnos de esa situación pero no encontramos la forma de hacerlo”.
Es el mismo instinto que lo lleva a uno a “irse” del trabajo, pareja o país donde vive cuando no es feliz, aún en los casos que luego uno descubre que luego de irse los problemas lo siguen a uno en el nuevo trabajo, nueva pareja o nuevo país porque la raíz del problema era interno, no externo.
Hay personas que disfrutan muchísimo aun los laaaaargos viajes por carretera, o sea que por más que viajar es un stress (trafico, saber que siempre está el peligro de que por accidente mecánico o por mala maniobra de uno mismo o de otra persona uno pueda terminar lastimado o muerto) esas personas sienten placer al manejar.
La explicación de ese placer es que “la disminución del saldo neto del dolor se siente como placer”.
Si por agregar a tu mente 20 mil unidades de dolor (porque manejar es un stress, o sea “dolor”) te ahorras 100 mil unidades de dolor por un rato (mientras pones la atención de tu mente en el manejo y la música y el “irte” y le quitas la atención a los problemas de valor 100 mil, en el ejemplo que dábamos) la disminución de 80 mil como saldo neto por poder quitarle atención al mundo interno se siente como un “placer” por mas que manejar SEA stressante (doloroso) en 20 mil.
Dime cuánto manejar en carretera es un “disfrute” para ti (en lugar de una “tarea a realizar”), y te diré cuánto necesitas huir de tus problemas existenciales a los que no encuentras solución.
Y le agregaría: tanto mas disfrutas viajar en carretera, tanto mas reprimido tienes esos temas de los cuales necesitas que “no pasen a la conciencia” porque te angustiaría tener que confrontarlos, por lo cual acudes a tácticas de evasión para poder zafar (hay muchas tácticas de evasión, trabajar mucho, estar en lugares con música muy alta, estar siempre ocupado en algo, ni hablar de consumir sustancias evasoras, como la cocaína o el alcohol). El viaje por carretera, al igual que cualquier otro método de evasión, sirve para “zafar un rato” del malestar que generan esos problemas internos.
Posdata: este posteo no se refiere a cuando haces carretera en lugares turísticos, donde vas viendo cosas muy lindas por el camino, sino al viaje de carretera como “transporte”, no como “viaje”.
Manejar en carretera usado como “evasión” para zafar un rato
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