Ayer estábamos cenando entre amigos y en la mesa había entre otros una mujer de 50, su hija de 23 y su novio. Tuvimos una muy agradable conversación sobre temas varios y de repente la madre dice “hoy estaba caminando por la playa y de repente tuve una visión; los imaginé a ustedes dos (hablando de la hija y el novio) con unos 35 años, caminando ahí mismo en esta misma playa, contentos, con dos hijos chicos, caminando los cuatro”.
Eso me dio pie para otra interesante conversación de sobremesa que empezó con un comentario dicho en tono de chiste por mi pero hablando bien en serio donde a los jóvenes les dije “no se dejen presionar por mamá, Uds pueden decidir no tener ningún hijo y ser igual muy felices caminando por esta o cualquier otra playa”.
Lo cual derivó en el tema que varias veces plantée en mis posteos sobre cuales son las 13 razones que NO son válidas para tener hijos siendo una de ellas las presiones de familiares y amigos para tener hijos (el último de los links puestos abajo en sector comentarios).
El tono del comentario hecho por la mamá no fue meramente descriptivo tipo ” hoy estaba caminando por la playa y de repente vi dos surfistas con una pinta barbara de musculosos de revista” (estamos en zona de surfistas) o “de repente vi unas conchas marinas hermosas y las recogí” sino que el mensaje implícito en el tono era “y que feliz que me sentí imaginando esa escena, que felices me harían si me dieran dos nietos, que felices serían Uds si tuvieran dos hijos”.
Dentro de cada persona sin importar la edad, existe el niño o niña que desea y necesita ser querido y aceptado por su madre y padre y que por lo tanto si la madre o padre les pide algo, y muy especialmente si el mensaje se dice sin las palabras concretas o sea como hace la publicidad, mediante mensajes implícitos, ese “pedido” queda grabado en el inconsciente y luego la persona cree que elige libremente determinada conducta pero en realidad fue programado para hacer eso que cree estar eligiendo hacer, sea tener hijos porque mamá me pidió que los tenga (sin decírmelo con tales palabras) y por lo tanto dado que necesito que mi mamá me quiera y acepte voy y le cumplo su pedido, o visto desde otro ángulo “después de tantas cosas que ella hizo por mí lo menos que puedo hacer es corresponderle haciéndola feliz con esto que me pidió”, o respondiendo “tráigame una coca cola” cuando el mozo le pregunta “que desea para tomar?” creyendo que realmente “eligió su bebida” cuando en realidad fue mentalmente programado por la publicidad que le dio el mensaje implícito (sin decirlo con tales palabras) que si toma coca cola va a tener pareja feliz porque en el comercial de la coca se vio N veces que el chico le ofrecía a la chica desconocida una coca y en la escena siguiente se los muestra felices como pareja compartiendo una coca.
El crecimiento personal requiere que tengamos espacios cada vez más grandes de libertad para realmente elegir nuestras vidas en lugar de ir por la vida “cumpliendo programaciones ajenas” y decisiones taaaan importantes como tener hijos o no deberían ser tomadas con genuino e informado libre albedrío y no manejados por las mil y una “programaciones ajenas” que nos quieren empujar para hacer tal cosa o aceptar tal o cual idea como “lo que debemos hacer con nuestras vidas”.