El dolor no es un error de la naturaleza, sirve un propósito útil.
La culpa es una de las formas de ese “dolor útil”, que nos sirve para enmendar el camino cuando actuamos dañinamente hacia otros o hacia uno mismo.
Es un reflejo condicionado interno similar conceptualmente a cuando apoyas la mano en algo hirviendo y automáticamente el dolor que sentís te sirve para retirar la mano de ahí, para corregir el rumo de la acción que estabas haciendo.
Quienes prefieren no sentir culpa prefieren no tener la luz en el tablero que les indica cuando actúan de forma inmoral, inetica o irresponsable.
Hay dos tipos de sentimiento de culpa
1) La primera es la que debemos sacar de nuestra cabeza porque es lo que en psicología se llama “la voz interna del superyo” (dale el nombre que quieras vos, las etiquetas no importan, importan los conceptos) y consiste en el grabador interno de todas las cosas que supuestamente debemos hacer y las cosas que no debemos hacer, si queremos que nuestros padres y tribu nos acepte y valide y cuide.
De adultos debemos independizarnos de las expectativas externas sobre nuestra conducta, borrar las grabaciones del superyo y ponerle adentro solo aquellas cosas que NOSOTROS MISMOS consideramos justas, eticas y constructivas.
2) La segunda es la que debemos oir continuamente porque es nuestra brújula para el actuar bien y es la voz de la “conciencia moral” (nuevamente ponele el nombre que quieras si no te gusta esta etiqueta). Es la parte de nuestro cerebro que cuanticamente calcula de forma instantánea todos los efectos futuros de cada acción presente y su efecto en el Bien Mayor, y si el efecto es de daño, a otros o a nosotros mismos, se prende la luz en el tablero indicando “peligro, acción dañina” para que desistamos de esa acción.
Es esa voz interna de la conciencia moral de la que deriva justamente la responsabilidad, vocablo que surge de la union de dos conceptos respons + habilidad, la habilidad de responder adecuadamente a la luz del tablero cuando se prende, alineando nuestras acciones con el Bien y la Verdad.