Entre los “despiertos” que no miran para el costado lo que se nos viene como Humanidad, y que saben que el sistema de vida actual se encamina rápidamente hacia el colapso, se incluyen los que como solución promueven el anti desarrollismo, término por el cual promueven que volvamos a una vida cuasi rural, produciendo nuestra propia comida, consumiendo pocas cosas tecnológicas, no usando medios de transporte porque todo seria “cerquita y local”, y cosas así.
Se equivocan.
La solucion para consumir mucho menos y no reventar al planeta no es que nos hagamos voluntariamente todos “pobres y no consumidores”.
La solución para consumir mucho menos es que seamos muchos menos en el planeta a través de una revolución en el modo de pensar sobre quien debe tener hijos y cuantos, y que el tener hijos sea tomado como un privilegio que se gana con méritos, según lo que la sociedad democraticamente elija como “méritos adecuados y necesarios para criar bien a los hijos”, en lugar de tomarlo como un derecho inalienable a dañar a los hijos que a uno se le antoje porque total, yo quiero tener hijos y me gusta tener hijos.
El objetivo del capitalismo es MAS MAS MAS (produccion) cuando debiera ser MEJOR MEJOR MEJOR (calidad de vida sustentable)
El objetivo del antidesarrollismo es MENOS MENOS MENOS (consumo personal) cuando debiera ser MEJOR MEJOR MEJOR (calidad de vida sustentable).
Es preferible que apuntemos como objetivo a un planeta con mil millones de personas que vivan estupendamente confortables que apuntar a un planeta con diez mil millones de personas que para poder sobrevivir en un planeta sobrepoblado tengan que ajustar su consumo tanto como se vivía hace doscientos años atrás sin todas las bondades que el progreso y el desarrollo y la tecnología nos permiten tener.