La culpa, cuando está bien fundada en algún daño que hicimos a alguien mas o a nosotros mismos, habiendo hecho ese daño por acción (algo que hicimos que no debíamos haber hecho) o por omisión (algo que no hicimos pero que deberíamos haber hecho), es como la luz del tablero del automóvil que se prende indicando que algo anda mal.
Hay quienes hacen todo lo posible por eliminar cualquier sentido de culpa de si mismo. Y para peor, lo logran.
Es como que para evitar ver la luz del tablero que les dice que algo anda mal, desconecten la luz del tablero.
No les interesa saber cuando actúen mal, anteponen a eso el evitar dolor, aun el dolor de la culpa útil como señal de que algo hicieron mal, y no quieren ese dolor, ningún dolor de culpa, por mas útil que puedan ser para enmendar lo que hacen mal.
Un caso de estos queda ilustrado por un diálogo que tuve ayer por interno con una amable lectora, que activada por mis posteos sobre la infidelidad, donde mis lectores opinaban que la infidelidad por chateo ES infidelidad y NO lo aceptarían de sus parejas, me decía que no se consideraba infiel porque si bien SI había flirteado sexualmente con otros hombres por chat (y obviamente el marido no lo sabia), no se consideraba culpable de infidelidad porque habiendo podido acostarse con mas de uno, durante 8 años de matrimonio, en que le habían propuesto aventuras, no se había acostado con ninguno.
Le expliqué que su comentario era algo así como “señor juez, no me envíe a la cárcel, porque si bien es cierto que violé a esta mujer de lo que me acusan, tome usted en cuenta que hubiera podido violar en otras ocasiones a otras mujeres y hasta quizás matarlas sin ser descubierto, y no lo hice”.
Los intentos por apagar la luz del tablero pueden ser ASÍ de ridículos, considerarse inocentes porque hubieran podido ser aun mas culpables y no lo fueron.
¿Que busca la culpa?
1) AVISARNOS de que algo está mal.
2) QUE REPAREMOS el daño hecho.
Porque efectivamente cuando hemos hecho algo mal, no alcanza con saberlo, debemos de alguna manera reparar el daño, si es posible, con la misma persona que dañamos, y si por algún motivo no es posible (ejemplo, la persona ya se murió) entonces actuando bien POR DEMÁS en algún rubro de la vida como para compensar el daño hecho.
Solo después que hemos compensado el daño, reparándolo, con acciones suficientemente constructivas, se apaga la luz del tablero.
Y ESTA BIEN que eso suceda de esa forma, porque contribuye a nuestro crecimiento personal.
Posdata: Todo tiene su dosis adecuada. La culpa también.
En dosis exageradas es masoquismo. En dosis insuficiente es una carencia importante para el buen manejo de la vida propia. El que tiene tendencia psicopatica o sociopatica llama exagerada lo que la persona normal llama “sentimiento adecuado de culpa dado lo que uno hizo que no debiera haber hecho o dejo de hacer y debiera haber hecho”.
La culpa es una brújula imprescindible
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