Si en la escuela un chico de ocho años va y le dice a un compañero cosas malas del padre de este otro niño, es probable que se agarren a los golpes AÚN SI todo lo que le diga el primer niño al otro sea verdad.
Ningún niño acepta de buen grado que se hable mal del padre (o de la madre).
El niño/a interior que vive dentro de cada adulto reacciona igual de enojado cuando alguien, con su conducta, sin decir una sola palabra, critica a nuestro padre o madre.
Te voy a dar un par de ejemplos entre cientos posibles.
1) Si sos hombre y tu madre de niño no te cuidó bien, uno diria que lo logico es buscarse de adulto una pareja que lo cuide muy bien a uno; sin embargo es usual encontrar que ese niño no bien cuidado de adulto se elige una pareja que tampoco lo cuida bien. Por que? Porque si a ese adulto otra mujer lo cuida bien y lo prioriza en la vida, el niño interior se enoja porque el buen trato recibido ahora deja en evidencia lo “mala” que fue su madre al no cuidarte bien, al probar a) que existe la posibilidad de cuidarlo bien, o sea ERA posible y b) que el lo merece (porque alguien lo valora lo suficiente para cuidarlo bien y nadie mejor que la propia madre de uno debiera valorar a uno si es su hijo)
2) Si sos mujer y tu padre fue un cornudo y aceptó seguir casado así tu niña interior, de adulta, se enoja con tu pareja si pretende que vos le seas fiel o si se divorcia de vos si no lo sos (“que?! me estás diciendo que mi padre fue un idiota por aceptarlo?”)
Mientras uno no entienda que la mente de uno está compuesta de muchos subpersonajes, algunos conscientes, otros no, y que los objetivos de vida de estos subpersonajes NO son todos coherentes entre si, subestimaremos por desconocerlo la necesidad que tienen los niños internos dentro de nosotros, de justificar a los padres AÚN cuando la parte adulta de esa misma persona los critica y dice, convencido, que lo que hicieron estuvo mal.