Hay errores pequeños medianos y grandes que uno comete en el vida. De los errores pequeños uno puede hacer la cantidad que quiera con la condición de no repetirlos mas de una vez, de esa forma uno aprende por las malas lo que no supo aprender por las buenas. Los errores medianos uno debería hacerlos lo menos posibles porque tienen un costo no despreciable para pagar. Y el modo de evitarlos es PREVER, o sea ocuparse de las consecuencias futuras de nuestros actos presentes. De los errores grandes, de esos cuyo costo dura el resto de nuestra vida a pagar en cuotas hasta que nos muramos (sea un costo personal o un costo a una persona que queremos, y que por lo tanto por transición, tambien nos duele a nosotros justamente porque lo queremos) habria que intentar no hacer ninguno, y en general este tipo de errores son auto infligidos, por no querernos lo suficiente, y el unico antidoto es el crecimiento personal, para liberarnos de nuestros traumas principales y cortar la cadena de la compulsion a la repetición.
Posdata: si ya uno cometió un error mediano o, Dios no lo quiera, uno grande, lo adecuado ahi no es la autoflagelacion de “como fui tan tarado?” sino “aprender las lecciones” y transformar el mal en el combustible de la nave que nos eleva hacia un mayor crecimiento personal.