Hoy son en su mayoría mercenarios pagados para hacer el equivalente a propaganda con lo que escriben.
Todavía en la época de Watergate, tan solo 40 años atrás, el periodismo norteamericano era un apostolado de la verdad, caiga quien caiga.
Dos periodistas con sus investigaciones hicieron caer nada menos que al presidente de USA, Richard Nixon.
Y un editor de un diario periodista no se dejaba comprar, reportaba la verdad, toda la verdad pero nada más que la verdad sin colorearla distorsionarla falsearla o editarla a gusto de su patrón.
En tan solo 40 años, ese tipo de periodismo, el único real, el cuarto poder independiente que permitía al ciudadano conocer la verdad por mas que el gobierno le quisiera mentir por acción o por omisión, sea desde el oficialismo o desde la oposición, ha prácticamente dejado de existir.
Los principales diarios, NYTimes, Washington Post y las principales cadenas de TV han sido durante estos últimos años sistemáticamente compradas por corporaciones como un negocio mas del conglomerado y se han convertido en bocas de propaganda, para un bando o el otro.
El que era el principal diario del mundo, el NYTimes fue comprado por Carlos Slim el multimillonario arabe mexicano de la construcción, y el segundo diario más importante el Washington Post fue comprado por Amazon, y así con todas las cadenas de TV.
Antes el dueño de un diario se consideraba con el inmenso honor de ser un guerrero de la verdad. Pero luego que te compra un conglomerado de corporaciones el diario solo es una boca de propaganda de los intereses políticos de los que son aliados de esa corporación.
Propaganda y periodismo son como el agua y el aceite, incompatibles.
Y como no se puede engañar a todo el mundo todo el tiempo, la gente se ha dado cuenta y cada vez confían menos y menos y menos en la veracidad de lo que le dicen desde los medios principales de comunicación.
¿Donde encontrar “la verdad” hoy en dia sobre lo que pasa en el mundo?
En internet, donde hay fuentes de información de todo tipo y mucha gente que ha recogido el guante del antiguo periodismo y busca la verdad, solo la verdad y nada mas que la verdad, tal como la ve el periodista, en lugar de solo tratar de distorsionar la informacion o directamente ocultarla para hacer su “propaganda” a favor de determinados políticos y contra de los oponentes.