Ponete en los zapatos de un sicario nuevecito.
No debe ser fácil matar a sangre fría a tu primera víctima.
Para cuando mató a su víctima número cien, por una parte ya es “rutina” pero por otra parte ha endurecido su corazón (para sobrevivir psicológicamente) al punto que esa violencia y dureza y falta de empatía ya permea todo el resto de sus relaciones humanas.
Ahora imagínate al mafioso que contrata al sicario cuando recién empieza su carrera de mafioso y ordena matar a su primera víctima.
Al día siguiente se entera que murió, tal como se lo ordenó al sicario. Dejó una viuda y tres niños chicos. No debe ser tan fácil tu primer muerte “ordenada” (hecha a través de otro) pero mucho más fácil que cuando ya ordenaste la muerte número cien. Para ese entonces el tipo que jamás mató personalmente a nadie TAMBIÉN tiene su empatía por el prójimo disminuida y su vida en general impregnada por la dureza y la violencia.
Los mafiosos somos vos y yo que comemos carne.
Sabemos perfectamente bien que los MÁS DE CIEN animales que ya hemos comido (total o parcialmente) en el transcurso de nuestra vida los han matado a sangre fría PARA NOSOTROS en cámaras de muerte organizada llamadas frigoríficos de faena.
No es de extrañar que por más que conscientemente no pensamos en eso, inconscientemente lo recontra sabemos.
Y con el consumo de carne animal AÚN SI contratamos sicarios, la sociedad en la que vivimos se va contaminando progresivamente de violencia, dureza de corazón y falta de empatía.
Los vegetarianos se equivocan cuando tratan de vender su ideologia por el lado de “no infligir violencia contra los animales”. Poco le importa ese argumento a la persona promedio que ya está acostumbrado a mandar matar en su nombre. El argumento de peso es la propia conveniencia porque después de acostumbrarnos a esa violencia a través de sicarios, terminamos viviendo en un mundo donde la violencia es tan “común” que da miedo hasta salir a la calle, y donde la explotación del hombre por el hombre es moneda corriente y nos parece normal porque “siempre se hizo así”. Y si no te gusta vivir así recordate que si no sos parte de la solución sos parte del problema.
Posdata: toda la suerte del mundo cuando en el próximo asado te recuerdes de este posteo y te sientas el contratador de sicarios que sos

Ver video: Matadero de vacas