Hoy estuve hablando con una amiga de FB quien me comentaba como durante años había hecho todo lo equivocado o sea lo opuesto a lo que debía hacer para “crecer” y al final se dio cuenta de lo que tenia que aceptar sobre su madre y su padre para no justificarlo mas y así lograr evitar volver a reclutar (o a justificar) a las personas que hicieran lo mismo malo que hizo su madre y/o su padre (o hacerselo ella misma a otros).
Y eso surgió porque viendo ahora que otra amiga estaba haciendo todo lo equivocado o sea lo opuesto a lo que debía hacer para “crecer” y seguía con las mismas autojustificaciones de siempre, decía que “estaba en el largo camino del crecimiento personal” y que ya llegaría a darse cuenta de lo equivocada que estaba cuando le cayera la ficha como le cayó a ella.
Y al final, luego de un constructivo debate conmigo, entendió que NO, que estaba equivocada, que cuando uno está haciendo lo opuesto a lo que tiene que hacer no está recorriendo ningún camino de crecimiento personal, sino que simplemente perdió el rumbo, y que el crecimiento personal no tiene porque ser un laaaargo camino, uno puede lograr que le caiga la ficha en cinco horas, cinco meses, cinco años o envejecer y morirse sin nunca aceptar sus errores mas básicos como le pasa a tanta gente.
Si uno cree que no puede, no puede.
Si uno cree que el crecimiento es un laaaargo camino será largo.
La capacidad de darse cuenta, asumir las cagadas principales que uno hizo y sigue haciendo y enmendar el rumbo, separándose de la gente tóxica, sin importar los lazos familiares (porque el que calla otorga y el que justifica repite, como victima o como victimario, inexorablemente) se puede hacer con tanta rapidez como valentía tenga uno para aguantar el dolor de asumir la verdad.