La vida humana incluye, inevitablemente, imprevistos y situaciones difíciles, hagas lo que hagas.
Pero tanto mas te mentis a ti mismo/a, mas la vida te sorprende con pérdidas inesperadas y dificultades innecesarias, porque uno a uno mismo se puede engañar, pero a la cadena de causas y efectos puesta en marcha por nuestras acciones, no la podemos evitar.
Por eso nuuuuunca es negocio la automentira (y las consiguientes mentiras que uno termina diciéndole a los demás a partir de la certeza en las falsedades de las cuales el que se automiente se ha autoconvencido).
El costo de la automentira, a medio y largo plazo, es grande.
Y luego engañarse a uno mismo pensando que todo lo que nos pasa nos “pasa” (en lugar de darse cuenta como nos lo hicimos pasar) lleva a la falsa espiritualidad de “fluir con lo inevitable”. Solo que no mucho de lo que parece cuestion del destino no lo es, sino que es el resultado de nuestras automentiras y decisiones equivocadas basadas en esas automentiras (toda falsa creencia, por ejemplo, es una automentira)
El costo de las decisiones basadas en falsas creencias y automentiras es evitable.
Pero evitarlo requiere el coraje de decirse a uno mismo la verdad, toda la verdad y sin inventarle ni agregarle nada a la verdad.
Lo cual es mucho mas valioso que centrarse en unicamente “fluir con lo inevitable” confundiendo lo inevitable con lo evitable.
Posdata: y si te parece que ahora ya es tarde para decirte la verdad, porque ya pagaste un alto costo, recordate que la vida es una escuela, y leccion que no se aprende, se repite, y que cuando nos mentimos, estamos repitiendo una leccion. Si ya sufriste por automentirte, ¿queres masoquistamente seguir sufriendo en el futuro por la misma causa o queres POR LO MENOS aprovechar lo sucedido para crecer como persona y admitir las verdades dolorosas que por no admitirlas en su momento te crearon ya los costos dolorosos que has estado y estás pagando?