Escenario Hungria, en la capital, Budapest, año 1939, empieza la segunda guerra mundial, Victor tiene 44 años y 3 hijos chicos, el mayor de ellos Tommy, 16 años, el del medio Roby, 14 años, la mas chica Sylvia, 9 años. Eran una familia de clase media alta.
En secreto Victor había conseguido una visa para que Tommy pudiera irse a Uruguay y comprado un pasaje de tren para que se fuera a Italia y desde ahi en barco al Uruguay. Pero no le había dicho nada a su esposa porque hubiera puesto el grito en el cielo.
¿A Uruguay? ¡Es como irse a Marte!! (no había Skype, no había celulares, ni por telefono se podia llamar, Tommy no sabia una palabra en español, y tenía 16 añitos!!!) Pero Victor tenia la peor de las intuiciones, porque la familia era judía y Hitler, del cual Hungría se había aliado, odiaba a los judíos y amenazaba con matarlos.
Pero jamas los alemanes seguirían a Hitler en semejante odio asesino!! había dicho Lenke, la esposa, en una discusión anterior. Solo es propaganda que dice Hitler para azuzar a los alemanes, jamas lo va a hacer de verdad!.
Pero Victor intuía que lo peor podía pasar.
Se estaban por cerrar las fronteras en cualquier momento y los judíos tendrían prohibido dejar el país.
Victor no podía emigrar con toda la familia porque sufría gravemente del corazón, en cualquier momento podría morirse del corazón (se murió dos años después, no había la tecnología que hoy hay para ayudar a los que sufren del corazón)
Y su mujer no trabajaba, era esposa y madre, el era el unico sustento familiar de modo que si emigraban todos, con hijos tan chicos como Sylvia y Roby, se morirían de hambre si el se moría.
El único al que se podía enviar fuera, para salvarle la vida, en caso de que lo peor pasara y los alemanes entraran a Hungría un día y empezaran a matar judíos, era a Tommy.
Un día llega Tommy del liceo y el padre había empaquetado dos valijas y le dice “aquí te puse ropa para que tengas para al menos un año sin tener que comprarte nada, aquí tenes tu pasaje en tren y aquí tu pasaje en barco hasta Uruguay, donde vive una segunda prima mía (que hace años que no veo) y podrás ahí vivir hasta que puedas independizarte.
Tommy no entendía nada.
¿Como? ¿Irme? ¿Quizás nunca mas ver a mi familia?
Lenke la madre lloraba desconsoladamente y se negaba, “de ninguna manera”.
Victor se impuso, se llevo a Tommy a la estación. entre llantos y lamentos se subió al tren y partió.
Eso le salvó la vida.
Su hermano Roby, en el 1944, cuando los alemanes entraron a Hungría, fue capturado enviado a un campo de concentración (por el pecado de ser judío) y allí murió de hambre.
Pero no nos adelantemos.
Estamos en 1939.
El tio de Sylvia, Ladislao, tenia una fabrica y en el subsuelo de la fabrica preparó un refugio secreto. Por si las moscas.
Habia un pequeño cuarto en el deposito, de 3 x 3 metros.
Cerro con material la puerta salvo una pequeña abertura por la cual entrar y fabrico una estanteria a lo largo de la pared, a la cual cargo con materiales, salvo un pequeño lugar disimulado en la estanteria que comunicaba con la pequeña puerta que comunicaba con la pequeña abertura para entrar al “refugio”.
Pasaron los siguientes 4 años y medio, con la guerra en Europa pero con la vida “normal” en Hungria.
Por “normal” quiero decir “con la discriminación antijudia pero sin matarlos”. Por ejemplo en la clase del liceo Sylvia se tenia que sentar en la ultima fila y no podían haber mas de 4 judíos por clase. La mensualidad del colegio (privado) era el triple para quien fuera judío que para quien fuera cristiano (porque si).
Mas adelante los judíos solo podían salir a la calle entre las 14 y las 16 para hacer compras (cuando los cristianos ya habían comprado toda o casi toda la comida disponible, porque había escasez, era época de guerra).
Pero al menos no los mataban.
Todavia.
El 18/3/1944 entran los alemanes a ocupar Hungría.
Los siguientes 10 meses, hasta que los rusos en su avance lograron derrotar a los alemanes luchando casa por casa, cuadra por cuadra, mataron al 70% de los judíos de Hungria.
Y cada judío que se salvó lo hizo siempre por una serie de coincidencias o suerte o milagros como lo quieras llamar.
Por ejemplo:
Sylvia, su madre Lenke, su hermano Roby, un segundo primo de la familia, Jorge, y dos amigos de Roby, el tio Ladislao y su mujer, todos sobrevivieron durante meses apiñados en ese cuartito en el sótano. Del cual salían de tarde cuando los obreros de la fabrica en el piso de arriba terminaban el turno, y ahí la portera de la fabrica (cristiana) les cocinaba, y podían ir al baño. Mientras tanto, durante todo el día, quedaban apiñados en el cuartito, con un balde para hacer las necesidades, en la oscuridad y con una lampara de kerosene que solo podían prender una hora por día y que aprovechaban para sacarse los piojos, cada uno a si mismo, en la ropa y uno al otro, los piojos de la cabeza,
Hasta que un día la portera les dice, hoy de noche se pueden quedar, pero mañana se tienen que ir todos de aquí porque ya no aguanto mas de los nervios. Tenia razón, los nazis ponían por todos lados carteles que si agarraban a algún cristiano ayudando a un judío a sobrevivir, lo ejecutaban en el acto. Y la portera de la fabrica temía no solo por su vida sino por su hija chica, si a ella mataban, que seria de su hija? Su marido había sido reclutado y estaba en el frente de batalla, no se sabia nada de el.
Asi que al dia siguiente se tuvieron que ir todos.
La portera los dio por muertos a todos, porque la mayoría de los judíos húngaros fueron asesinados, y por ejemplo de los cuatro muchachos jóvenes que estaban refugiados en ese mismo cuarto, dos de ellos, el 50% fueron agarrados, puestos en campos de concentración, en trabajos forzados y murieron en esos campos, uno de ellos, Roby, el hermano de Sylvia, murió solo cinco días antes que los rusos liberaran ese campo de concentración. Aguantó y aguantó pero ya no pudo aguantar mas.
Otro de los que estaban ahí aguanto un poco mas y fue liberado por los rusos pesando 30 kilos, un cadáver viviente, pero al menos sobrevivió. Ese fue el que luego avisó a Lenke y a Sylvia que Robi había muerto porque estaban en el mismo campo de concentración durmiendo uno al lado del otro.
Pensando que todos habían muerto, la portera sacó el piano de la casa de Lenke y Sylvia y Roby y lo llevo para su casa (total, para que lo agarre otro, pensó, y luego de todo lo que hice por ellos…)
Cada uno de los sobrevivientes de ese “refugio en el sotano” tiene para contar historias increíbles de como llegaron a sobrevivir.
Por ejemplo a Ladislao lo capturaron también, lo llevaron con varios otros judíos, los pusieron en fila sobre un puente sobre el río Danubio y los ametrallaron, para que los cadáveres cayeran al río y los llevara la corriente y no tuvieran que tener el trabajo de enterrarlos.
Solo que como la ametralladora del nazi se movió un poquito rápido justo a Ladislao no le pego una bala y cayo al río junto a los otros cadáveres y nadando bajo la superficie, entre los témpanos de hielo que había en ese momento, en invierno, en Budapest, (era de noche) logro llegar a la orilla y sobrevivir (el y uno mas, entre unos cien ametrallados).
La historia esta me fue contada hoy al mediodía en el almuerzo (en el pasado tenia un rechazo a que me contaran historias de la segunda guerra, porque hay mucho dolor acumulado).
Sylvia es mi madre.
Lenke fue mi abuela.
Roby, el que mataron de hambre en el campo de concentración, hubiese sido mi tío, me llamo Roberto en su nombre.
Jorge el primo segundo, que sobrevivió, termino casándose con Sylvia, fue mi padre.
Ladislao, el tio de Jorge, fue el fundador, luego, en Uruguay, de la empresa en la que he trabajado toda mi vida y con la cual mantuve a mi familia.
Tommy, el chico de 16 años, es mi tio (falleció despues de una vida plena y productiva, formando una preciosa familia), trabajó de aprendiz de peletero cuando llego al Uruguay, fue muy capaz, armó su propia peletería desde abajo, a pulmón y pudo recibir a su hermana, mi madre y a su madre, mi abuela en Uruguay cuando después de la guerra vinieron todos al Uruguay.
El tren que tomó Tommy para salir de Hungría fue el último tren en que se pudo escapar de Hungría. Era ese o nunca mas. Su padre le salvó la vida con su previsión.
Víctor, el que tuvo la valentía de separarse de su hijo Tommy, por si acaso, para salvarle la vida, en contra de la voluntad de su esposa que no concebía separarse de su hijo, es mi abuelo materno. Murió del corazón dos años después, y dos años antes que los nazis entraran físicamente a Hungría, en marzo del 44. Mi hijo menor Elias tiene como segundo nombre Victor en su memoria.
El piano, después de la guerra, lo fueron a buscar a la casa de la portera, la cual con gusto se los devolvió, lo trajeron al Uruguay y fue el piano con el cual aprendí a tocar el piano.
Decime si la vida real no es aun mas dramática que lo que uno ve en películas y novelas. Y si el antisemitismo y odio antijudio no es una locura a erradicar de una vez por todas de este planeta.
Posdata: mi madre Sylvia, de 86 años, quien hoy al mediodia me contó esto que te comparto aqui, ha sido siempre alguien que parece querer sacarle a la vida cada pedazo de vida posible, vivir en nombre de todos sus muertos.
Como ejemplo actual, a su edad, en que muchas están metidas en su casa sin salir, fue hoy de mañana a hacer su hora de gimnasia (la miran como bicho raro en el club porque no hay nadie haciendo gimnasia ni cerca a su edad) va todas las semanas a su clase de ingles (para no perder la práctica) a la UNI-3 (Universidad para la Tercera Edad), juega al bridge todas las semanas (juego de cartas que requiere tanta cabeza como el ajedrez) y ha sido de quien he aprendido la sabiduría del sentido común para la vida. Su cuerpo envejece, su mente empieza a fallar en la memoria de corto plazo, pero su actitud es la de una guerrera sobreviviente que disfruta de la vida. Quizas esta actitud de gozar de cada aspecto posible de la vida sea la contrapartida a tanto dolor metido dentro por todos sus muertos a quienes ni siquiera pudo enterrar.