El siguiente es un cuento de Bucay.
Una princesa queria elegir pareja.
Te imaginas que miles querian ese rol, heredar el reino.
La princesa anunció que para elegir su pareja iba a hacer una prueba, aquel que pudiera permanecer sin irse 365 días seguidos al lado del muro del palacio, al lado de la puerta de entrada, seria su marido.
Miles se acercaron al lugar y empezaron la prueba, pero a medida que pasaban las semanas muchos se fueron, cuando llegaron los intensos calores se fue la mitad de los que aun quedaban y cuando llegaron las heladas se empezaron a ir casi todo el resto, y asi se fueron yendo todos hasta que quedó uno solo.
Un joven apuesto, decidido, que siempre habia admirado a la princesa desde antes de la “prueba”.
La princesa, disfrazada de campesina, habia pasado por su lado para verlo y le gustó.
Le anuncio a su padre, “padre, he elegido con quien me casaré”.
Se hicieron anuncios, se hicieron los preparativos de la boda, pero todavía quedaban algunos días para cumplirse los 365 días y el joven permanecía al lado de los muros del palacio.
El pueblo estaba contento, iba a haber gran fiesta de casamiento gran.
Pero cuando llegó la ultima noche, a pocas horas de expirar el plazo de los 365 días, el joven se levantó y se fue.
Cuando llegó a la casa de su madre, su madre, atonita, le preguntó “aguantaste 365 dias y 364 noches, ¿no pudiste aguantar una noche mas”?
El joven le contestó: “la princesa sabía lo mal que lo estaba pasando al lado de ese muro, ¿y no pudo tomar la decisión de ahorrarme aunque sea un día de sufrimiento? Claramente la princesa no me ama, ¿verdad mamá?”
Es exactamente así.
Cuando pudiendo ahorrarle un dolor a tu pareja, no lo haces, es la señal de que el amor se terminó (si alguna vez lo hubo).
Posdata 1: la misma señal sirve para detectar si hay o no amor con tu hijo, o con tu padre, o con un amigo; el amor no daña, ni por acción, NI POR OMISIÓN.
Posdata 2: La señal de la presencia del amor (de pareja, de padres a hijos y de hijos a padres, de amigos a amigos) es la disposición a sacrificios personales con tal de generar disfrute, salud, autorrealizacion, felicidad, en la persona amada.