En español falta palabras adecuadas para “yo”.
En ingles por lo menos tienen 3 formas de referirse a yo, “I”, “me” y “myself”.
“I” = el agente del libre albedrío y el yo observador de su propia mente
“Me” = el ego, el subpersonaje (circuito cerebral) encargado de la autoproteccion para sobrevivir, para maximizar el placer y minimizar el dolor.
“Myself” = la mente, que es la suma de todos nuestros subpersonajes.
Cada subpersonaje de nuestra psique tiene SU objetivo y SU intención.
Por lo cual un mismo evento exterior puede generar respuestas diferentes y hasta opuestas en cada subpersonaje (ver dibujo adjunto).
Quien ignora este hecho de la mente a veces se asusta cuando ve esa aparente incoherencia interna de su propia mente y ahí toma el peor de los caminos posibles: toma a uno de los subpersonajes como el “políticamente correcto” y reprime a la inconsciencia a los otros que opinan lo contrario.
Y ahí empiezan los autosabotajes porque el personaje reprimido no muere, solo es quitado de la conciencia.
Como su presencia y voz y voto es eliminada del parlamento de la mente, no le queda otro camino para conseguir su objetivo que manipular nuestra conducta, por detras de bambalinas, sin que ni siquiera sospechemos las verdaderas intenciones tras eso que hicimos o dijimos (o dejamos de decir o hacer) y que se transforma en las bases que maximizan las probabilidades de que pase eso que es el objetivo que busca el subpersonaje reprimido de la consciencia.
Y luego nosotros llamamos a eso mala suerte o destino. Cuando fuimos nosotros inconscientemente desde esos subpersonajes reprimidos que generamos las condiciones propicias para que pasara eso qué pasó.
Ahora el verdadero “yo” que es mas “yo” que cualquiera de los subpersonajes, es ese que puede observar a su mente tener pensamientos, sentimientos, emociones, deseos, miedos, anhelos, etc, ese que puede escuchar a los subpersonajes expresarse y decir lo que buscan y quieren y necesitan y sienten, y luego tomar una decisión, basado en la capacidad de libre albedrío, para determinar el curso de acción.
