Hace muuchos años atrás leí un libro escrito por un tal Dale Carnegie que se titulaba “Como ganar amigos” o algo así.
Cuando entro a Facebook siempre en un lugar de la pagina dice cuantos amigos tenes.
Como siempre ando muy cerca de la cifra de 5000 que es la máxima, no puedo aceptar la gran cantidad de pedidos de amistad que me envían diariamente.
Pero la anécdota a la que me quiero referir es otra.
Hace un par de días hice un posteo sobre religión, sobre que la fe en la religión que una persona tenga no hace a sus creencias religiosas ciertas.
Ese día perdí diez “amigos” de Facebook (el contador de amigos bajó en 10 unidades).
Ahí podes entender las guerras religiosas.
La DUDA es la enemiga de la fe ciega.
Y mis posteos generan dudas sobre los dogmas.
En las guerras religiosas se extingue la duda extinguiendo al que te mete la duda por SUS creencias.
En épocas de FB extinguir la idea del otro que pone dudas sobre las tuyas se hace con un click.
“Muerto el perro se acabó la rabia”, sacado del medio el que nos hace dudar de nuestra fe, podemos seguir con la fe fanática sin importar cuan irracionales sean nuestras creencias.
La fe religiosa, para algunos, funciona como la pastilla tranquilizante sin la cual los invadiría la ansiedad.
Los dogmas son enemigos del crecimiento personal.
El crecimiento personal (el tema al que me dedico en mis posteos) requiere la humildad de la permanente duda sobre las creencias sobre que es cierto y que no que uno tenga en ese momento y la disposición a cambiar de creencia si uno se encuentra con nuevas evidencias o nuevos razonamientos que ameriten el cambio.