Las drogas (cocaina, extasis, etc) son todas formas de anestesia, que se usan para evadir el dolor emocional.
Hay otro tipo de drogas, que son sustancias que se segregan internamente cuando incurris en determinado tipo de actividades.
Y cuando incurrimos en esas actividades con la intención inconsciente de tapar el agujero emocional, nos estamos drogando, aunque no estemos fumando ni ingiriendo ni inyectándonos nada.
EL DEPORTE puede usarse como droga porque segrega endorfinas, Y así hay gente que en lugar de la media hora diaria ideal para la salud hace 2 o 3 horas diarias de deporte, aun en viajes, y si no las hace “se siente mal”, le “falta algo”.
EL SEXO ni hablar puede usarse como droga evasiva de la realidad.
EL AMOR también puede usarse como droga en el caso del enamoramiento (lo que se segrega ahí es dopamina). Hay gente que más que amar lo que busca es enamorarse, porque le sirve como droga evasora, y cuando la pasión desaparece en una relación se arregla para romperla porque consciente o inconscientemente lo que busca es algún algún otro enamoramiento que le permita estar “flotando en su nube de pasión” (lo cual es ideal para no pensar en uno mismo y otras cosas dolorosas de la propia vida pasada o actual) y así sucesivamente, de enamoramiento en enamoramiento.
LA FALSA ALEGRÍA, a veces un poco empujada por el alcohol, pero siempre sintonizada a propósito para evadirse, también es una “droga”. Se busca para evitar contactar con el dolor interno. La felicidad real no requiere de grandes muestras externas de alegría. La felicidad real es calma.
Muchas personas buscan la “alegría” de las fiestas y/o salidas y bochinche solo para tapar el agujero emocional que tienen adentro.