Este caso se inicia con un hombre, ya jubilado, que era durante 20 años muy alto cargo en una empresa multinacional donde pagaban excelentísimos sueldos altos con una gran estabilidad laboral.
Sus dos hijos, recién recibidos, le pidieron como favor que usando su influencia en la empresa los hiciera ingresar en la plantilla de esa empresa.
El, aduciendo un tema de honestidad (y efectivamente era lo honesto en ese caso), dijo que no quería utilizar su poder para favorecer a sus hijos. Que si querían ingresar en la empresa lo hicieran por derecha concursando por el puesto como cualquier otra persona.
Su mujer y otros familiares estuvieron de acuerdo con los hijos y lo presionaron moralmente para ceder y usar sus influencias para “colocar” a sus hijos, recién egresados de facultad, en dicha empresa.
El se siguió negando.
Resultado, 15 – 20 años después, que ambos hijos son un desastre a nivel “autosuficiencia económica”.
Son profesionales universitarios ambos y les va muuuucho peor económicamente que al universitario promedio (si no fuera porque los padres los siguen ayudando, a pesar de que ya tienen mas de 40 años, no llegan ni al día 10 de cada mes con lo que ganan).
El padre seguramente NO los quería ver mal en sus vidas económicas, simplemente los quería ver subir por sus propios medios en la vida, sin ayuda del padre. Anteponía sus valores morales de no utilizar su influencia de poder en el trabajo antes que el bienestar económico de sus hijos.
Pero los hijos no lo interpretaron así.
Interpretaron que si este padre no hizo lo que tanta otra gente ha hecho por sus hijos, romper un poco las reglas para ayudar a los hijos a progresar económicamente, entonces “papa no nos quiere ayudar a estar económicamente bien” o “papa no quiere que estemos económicamente bien” o “a papa le importa tan poco nuestro bienestar económicamente que se da el lujo de ser impoluto en su honestidad cuando no le costaría mucho ayudarnos a estar bien económicamente, ya que seriamos buenos empleados de esa empresa”
Ahora este padre fue excelente padre en muchos otros aspectos con sus hijos, muy compañero de sus hijos, mientras que la madre estaba en otra, siempre ocupada con su trabajo.
Por lo tanto de los dos el “bueno” era el padre.
Y si el “bueno” me quiere ver mal económicamente (porque si no me ayuda es que no me quiere ver bien, razonan equivocadamente ambos hijos) le voy a “hacer el mandado” cumpliendo con sus deseos fue el razonamiento inconsciente de los hijos.
O puede ser otro el razonamiento inconsciente, puede ser que los hijos hayan deseado “castigar” al padre para que vea el resultado de su decisión.
O quizás una combinación de ambas cosas.
Pero sea una causa o la otra, el resultado ha sido el autosabotaje económico, y hoy en día ambos hijos, ya adultos con hijos, no pueden ser económicamente independientes, teniendo inteligencia y preparación para hacerlo.
¿Que es mas importante, ser honestos a rajatabla, o ayudar a nuestros hijos?
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